La policía de Londres ha detenido a un hombre de 35 años como presunto responsable de un ataque con ácido ocurrido el pasado lunes frente a una escuela en el oeste de la capital británica. El incidente, que tuvo lugar el 30 de septiembre de 2024 alrededor de las 15:40 GMT, dejó gravemente herida a una estudiante de 14 años.
Este arresto se produce en un contexto donde el Reino Unido ha experimentado un aumento significativo en los ataques con ácido durante la última década, registrando una de las tasas más altas per cápita a nivel mundial. La policía metropolitana de Londres, conocida como Scotland Yard, fundada en 1829, está a cargo de la investigación.
El ataque ocurrió en las inmediaciones de la Westminster Academy, una institución educativa establecida en 2006. Además de la joven de 14 años, resultaron afectados un estudiante de 16 años y una empleada de 27 años que acudió en su auxilio. Es importante destacar que los primeros auxilios inmediatos son cruciales para minimizar el daño en este tipo de agresiones.
El detective superintendente Scott Ware informó que la víctima principal ha requerido atención hospitalaria adicional tras ser dada de alta inicialmente. Los ataques con ácido pueden causar cicatrices permanentes y daños psicológicos a largo plazo, y la rehabilitación de las víctimas puede extenderse durante años.
"La niña de 14 años sufrió heridas graves y ha vuelto al hospital tras recibir inicialmente el alta médica. Pasará algún tiempo antes de conocer el verdadero alcance de la lesión."
Las autoridades han anunciado un aumento en la vigilancia policial en la zona oeste de Londres, conocida por su diversidad cultural. Asimismo, han hecho un llamado a posibles testigos para que se pongan en contacto y aporten información que pueda ser relevante para la investigación.
Este incidente resalta la importancia de las medidas implementadas en 2018 para restringir la venta de ácidos en el Reino Unido. El ácido sulfúrico es una de las sustancias más comúnmente utilizadas en estos ataques, y el gobierno británico ha considerado clasificarlo como arma ofensiva.
La tecnología de cámaras de seguridad ha sido crucial para identificar a los perpetradores en casos similares. Además, varias organizaciones benéficas en el Reino Unido ofrecen apoyo a las víctimas de ataques con ácido, reconociendo el impacto devastador que estos incidentes pueden tener en la vida de las personas afectadas.
Es importante señalar que, aunque los ataques con ácido tienen raíces históricas en algunas culturas, se han convertido en un fenómeno global moderno. La cooperación internacional es fundamental para combatir el tráfico de sustancias utilizadas en estos ataques y prevenir futuros incidentes.
La comunidad londinense se mantiene alerta ante este tipo de agresiones, y las autoridades continúan trabajando en estrategias de prevención y respuesta rápida para garantizar la seguridad de los ciudadanos.