Junts endurece su postura migratoria para frenar la extrema derecha
Junts propone una agencia de inmigración y la obligatoriedad del catalán para extranjeros en Cataluña. El partido busca contrarrestar el auge de la extrema derecha independentista en el Parlament.
En un giro significativo de su postura política, Junts per Catalunya ha anunciado planes para endurecer su discurso sobre inmigración. Esta medida surge como respuesta al creciente apoyo a la extrema derecha independentista en Cataluña, evidenciado en las elecciones del 12 de mayo de 2024.
El partido propone la creación de una agencia de inmigración y la obligatoriedad para los extranjeros de aprender catalán. Estas iniciativas forman parte de una estrategia más amplia para frenar la pérdida de votos hacia formaciones como Aliança Catalana, que obtuvo representación en el Parlament por primera vez en la historia reciente.
La inmigración en Cataluña ha sido un tema de creciente importancia en las últimas décadas. Desde los años 90, la región ha experimentado un aumento significativo en su población extranjera, que en 2021 representaba aproximadamente el 16% del total. Este cambio demográfico ha planteado desafíos y oportunidades para la sociedad catalana.
La propuesta de Junts de obligar a los inmigrantes a aprender catalán se enmarca en una larga tradición de políticas lingüísticas en la región. Cataluña, con una población de unos 7,7 millones de habitantes, ha implementado durante décadas un modelo de inmersión lingüística en catalán en su sistema educativo. La Ley de Política Lingüística de 1998 ya establece el catalán como lengua propia de Cataluña.
Sin embargo, esta nueva postura ha generado debate y críticas. Algunos observadores argumentan que podría alienar a ciertos sectores de la población y contradecir los valores de inclusión que el partido ha defendido en el pasado. Otros ven en esta medida un intento de preservar la identidad cultural catalana frente a los desafíos de la globalización.
El contexto político en el que se produce este giro es complejo. El independentismo catalán ha ganado fuerza desde principios del siglo XXI, culminando en el controvertido referéndum de 2017. La crisis económica de 2008 también influyó en el auge del movimiento independentista. Ahora, la aparición de una extrema derecha independentista añade una nueva dimensión al panorama político.
Junts insiste en que "Cataluña debe tener una política de Estado en inmigración guste o no guste". Esta declaración refleja la determinación del partido de abordar la cuestión migratoria de manera más assertiva, en un intento de recuperar el terreno perdido frente a opciones políticas más radicales.
La propuesta de una agencia de inmigración catalana plantea preguntas sobre las competencias autonómicas en esta materia. El Estatuto de Autonomía de Cataluña de 2006, que fue objeto de controversia y recursos judiciales, ya abordaba cuestiones relacionadas con la gestión de la inmigración.
El debate sobre estas propuestas promete ser intenso en los próximos meses. La política lingüística y migratoria en Cataluña ha sido históricamente un tema sensible, y estas nuevas medidas probablemente avivarán las discusiones sobre identidad, integración y los límites del autogobierno catalán.
