En respuesta a la creciente tensión en Oriente Medio, el Ministerio de Defensa español ha activado sus capacidades militares, preparándose para una posible evacuación de los 650 militares desplegados en Líbano. Esta medida preventiva se produce en el contexto de la misión de paz de la ONU en la Blue Line, establecida en 2000 como demarcación entre Líbano e Israel.
La Armada Española ha iniciado la preparación de dos de sus buques más importantes. La fragata Blas de Lezo, tercera de la clase Álvaro de Bazán y botada en 2003, ha recibido la orden de municionar en Ferrol. Esta fragata, equipada con el avanzado sistema de combate Aegis, pertenece a la 31ª Escuadrilla de Escoltas, especializada en acompañar a buques de mayor tamaño.
Paralelamente, se ha activado el Tercio de Armada de la Infantería de Marina, con base en San Fernando, Cádiz, para preparar el buque Juan Carlos I. Este portaeronaves, el más grande de la Armada Española y en servicio desde 2010, tiene capacidad para operar como buque anfibio y plataforma logística, siendo ideal para misiones de evacuación.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha declarado que "la misión tiene sentido" y continúa, aunque con precauciones debido a los ataques recientes. Las tropas españolas, desplegadas en Líbano desde 2006 como parte de la UNIFIL (establecida en 1978), han suspendido las patrullas y pasan más tiempo en búnkeres por seguridad.
Es importante destacar que la participación española en la UNIFIL forma parte de un compromiso internacional más amplio. La misión, cuyo mandato se renueva anualmente por el Consejo de Seguridad de la ONU, ha sido crucial para mantener la estabilidad en la región desde su establecimiento.
La base Miguel de Cervantes en Marjayoun sirve como principal instalación española en Líbano, reflejando el compromiso a largo plazo de España con la paz en la región. Este despliegue se enmarca en la larga tradición de la Infantería de Marina Española, la más antigua del mundo, fundada en 1537.
Aunque la preparación de estos buques es una medida preventiva, demuestra la capacidad de respuesta rápida de las fuerzas armadas españolas. El Ministerio de Defensa, creado en 1977, coordina estas operaciones para garantizar la seguridad de los militares españoles en el extranjero.
"La misión tiene sentido y de momento continúa, aunque con los ataques se suspendan las patrullas y pasen cada vez más tiempo en búnkeres."
La situación en Líbano sigue siendo delicada, y España mantiene su compromiso con la paz internacional mientras se prepara para cualquier eventualidad. La coordinación entre diferentes unidades navales y la preparación de buques como la Blas de Lezo y el Juan Carlos I demuestran la seriedad con la que España aborda su responsabilidad en la región.