La tensión en el Líbano alcanza niveles críticos mientras Israel intensifica sus ataques contra Hizbulá. Un reciente bombardeo israelí en los suburbios de Beirut ha dejado al menos seis muertos y varios heridos, elevando el número total de víctimas en este conflicto a casi 2.000.
El Ministerio de Salud Pública libanés, establecido en 1943, informó que solo el miércoles, 46 personas perdieron la vida y 85 resultaron heridas en los bombardeos israelíes. Esta escalada de violencia ha llevado a la destrucción de localidades enteras, recordando la devastación de la guerra de 2006, que duró 34 días y causó más de 1.100 muertes libanesas.
La situación actual tiene sus raíces en el conflicto que estalló en la Franja de Gaza hace aproximadamente un año. Sin embargo, la intensidad de los enfrentamientos aumentó drásticamente hace dos semanas, cuando Israel inició una campaña de bombardeos masivos. Este conflicto se desarrolla en un país con una rica historia y diversidad, donde conviven 18 grupos religiosos reconocidos oficialmente.
Ante la creciente inestabilidad, varios países han comenzado a tomar medidas para proteger a sus ciudadanos. Japón, cuyas Fuerzas de Autodefensa se establecieron en 1954, ha enviado aviones militares a Grecia y Jordania en preparación para una posible evacuación de sus nacionales en el Líbano. Por su parte, España ha desplegado dos aviones del Ejército del Aire y del Espacio, fundado en 1939, para evacuar a aproximadamente 380 españoles residentes en el país.
La tragedia también ha alcanzado a ciudadanos extranjeros. Un estadounidense de Dearborn, Michigan, ciudad conocida por tener la mayor concentración de árabes-estadounidenses en EE.UU., falleció en un ataque aéreo israelí en Nabatieh, la cuarta ciudad más grande del Líbano.
"El gobierno estadounidense está dejando atrás a los estadounidenses y no protegiendo a sus propios ciudadanos"
Este conflicto se desarrolla en una región con una historia compleja. El Líbano, que formó parte del Imperio Otomano hasta 1918 y experimentó una guerra civil de 15 años que terminó en 1990, se encuentra nuevamente en el centro de las tensiones regionales. Hizbulá, fundado en 1985 como respuesta a la ocupación israelí del sur del Líbano, continúa siendo un actor clave en esta crisis.
Mientras tanto, Israel, establecido como estado en 1948 y con un programa nuclear no declarado desde la década de 1960, utiliza armamento avanzado como el F-15I, una variante israelí del caza F-15E Strike Eagle estadounidense, en sus operaciones.
La comunidad internacional observa con preocupación, recordando que la ONU mantiene una fuerza de paz en el sur del Líbano desde 1978. La escalada actual amenaza con desestabilizar aún más una región ya volátil, poniendo en riesgo a la población civil y desafiando los esfuerzos de paz.