Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha desde 2015, ha reafirmado su oposición a la "financiación singular" acordada para Cataluña. El líder regional del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fundado en 1879, se prepara para una reunión crucial con el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa, sede oficial del gobierno español desde 1977.
García-Page, conocido por su postura crítica dentro del partido, ha declarado: "Voy a decir en el despacho del presidente lo mismo que me escuchan decir en la calle". Esta afirmación subraya la tensión existente entre algunos líderes regionales y la dirección nacional del PSOE sobre la cuestión catalana.
El sistema de financiación autonómica, establecido en 1980 y reformado varias veces, es el centro de esta controversia. García-Page cuestiona la lógica de otorgar "privilegios" en áreas como sanidad, educación y servicios sociales, que constituyen el 90% del gasto autonómico.
"No se me ocurre cómo se puede establecer singularidad como coartada para hablar de privilegios sobre todo cuando el gasto fundamental de las autonomías, de todas, unas lo dejamos más claro, otras se escaquean más de la cuenta, pero bueno, en conjunto el gasto de las autonomías al 90% lo es para sanidad, educación y prestaciones o servicios sociales."
Esta postura refleja la preocupación por la equidad entre las 17 comunidades autónomas establecidas por la Constitución de 1978. El acuerdo entre el PSOE y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), fundada en 1931, para otorgar a Cataluña "soberanía fiscal plena" ha generado debate sobre el futuro del modelo de financiación.
La reunión programada para el próximo viernes en el Palacio de la Moncloa será una oportunidad para que García-Page exprese directamente sus preocupaciones a Sánchez. Este encuentro se produce después de que el presidente castellanomanchego ya manifestara su desacuerdo en el Comité Federal del PSOE el 7 de septiembre en la sede del partido en la calle Ferraz de Madrid.
Es importante destacar que García-Page no está solo en su posición. Junto con Javier Lambán, presidente de Aragón desde 2015, son los únicos "barones" socialistas que no han respaldado plenamente a Sánchez en su liderazgo del partido.
El debate sobre la financiación autonómica tiene implicaciones significativas para todas las regiones de España. Ciudades como Sabadell, la segunda más poblada de la provincia de Barcelona, o Jerez de la Frontera, la más poblada de Cádiz, se ven afectadas por estas decisiones políticas que impactan directamente en la prestación de servicios públicos esenciales.
La postura de García-Page refleja una preocupación más amplia sobre cómo mantener la cohesión y la igualdad en un estado descentralizado, donde el equilibrio entre la autonomía regional y la solidaridad interterritorial es fundamental para el funcionamiento del sistema político español.