La economía española ha demostrado una notable resiliencia en el tercer trimestre de 2024, desafiando las previsiones de desaceleración que surgieron durante el verano. Según las estimaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), el Producto Interior Bruto (PIB) habría crecido un 0,8% entre julio y septiembre, manteniendo el ritmo de expansión observado en el trimestre anterior.
Este crecimiento sostenido coloca a España en una posición favorable dentro de la Unión Europea, donde es la cuarta economía más grande por PIB nominal. El sector servicios, que representa aproximadamente el 75% del PIB español, ha sido un motor clave en este desempeño económico positivo.
Los índices PMI, que reflejan la actividad empresarial, han mostrado resultados alentadores. El sector industrial registró un aumento en los pedidos, tanto domésticos como para exportación, lo que llevó a un incremento en la producción y la contratación. Por su parte, el sector servicios aceleró su crecimiento, alcanzando niveles no vistos desde abril de 2023.
El mercado laboral continúa siendo un pilar fundamental para la economía. A pesar de una ligera ralentización, la creación de empleo se mantuvo positiva, con estimaciones que indican un aumento de 24.000 afiliados en septiembre. Es importante destacar que en los últimos dos años, el 70% del empleo creado corresponde a trabajadores extranjeros, lo que ha contribuido significativamente al crecimiento económico.
La competitividad internacional de España se ha visto favorecida por precios energéticos más moderados en comparación con otros países europeos. Esto ha impulsado las exportaciones, especialmente en el sector turístico, que contribuye con aproximadamente el 12% al PIB nacional. Además, España mantiene su posición como el segundo país más visitado del mundo, solo superado por Francia.
La industria española también ha mostrado signos de fortaleza. Como segundo mayor fabricante de automóviles en Europa, el sector automotriz ha desempeñado un papel crucial en la economía. Asimismo, España lidera en energías renovables, particularmente en energía eólica, lo que refuerza su posición en la transición hacia una economía más sostenible.
"La economía aguanta y las perspectivas son positivas una vez descontados los riesgos inherentes a la situación geopolítica. Si no suben las materias primas en exceso, nos enfrentamos a una tendencia de bajada de tipos de interés que va a aliviar a las familias e incentivar el consumo"
A pesar de estos resultados positivos, los expertos señalan desafíos a medio plazo. Se necesita mayor inversión en vivienda para abordar la escasez actual y consolidar el modelo de crecimiento basado en la fuerza laboral. También se requiere inversión en equipamiento empresarial y en la transición verde y tecnológica.
El consumo público, que creció por encima del 4% en la primera mitad de 2024, ha contribuido al crecimiento económico. Sin embargo, los expertos advierten que este nivel de gasto puede ser difícil de mantener considerando las nuevas reglas fiscales europeas y la realidad de los mercados financieros.
En conclusión, la economía española ha demostrado una notable capacidad de adaptación y crecimiento en un entorno global desafiante. No obstante, para mantener esta trayectoria positiva, será crucial abordar los retos estructurales y aprovechar las oportunidades que presenta la transición hacia una economía más sostenible y tecnológicamente avanzada.