El 2 de octubre de 2024, J.D. Vance y Tim Walz, candidatos a vicepresidente de Estados Unidos, protagonizaron un debate centrado en la crisis entre Israel e Irán. El encuentro, celebrado en Nueva York, la ciudad más poblada del país, abordó la respuesta al reciente ataque iraní contra Israel, reflejando las diferencias partidistas en política exterior.
Vance, senador republicano por Ohio, defendió una postura de apoyo incondicional a Israel. Afirmó que la decisión de un ataque preventivo contra el programa nuclear iraní correspondía a Israel, pero contaría con el respaldo de una administración Trump. El senador elogió la presidencia de Trump, argumentando que su política de "disuasión efectiva" había traído estabilidad a la región.
Por su parte, Walz, gobernador demócrata de Minnesota, respaldó el derecho de Israel a defenderse, pero enfatizó la necesidad de un liderazgo "serio y profesional" en la Casa Blanca. Criticó las políticas de Trump y defendió el enfoque de la actual administración Biden-Harris.
El debate tocó temas cruciales como el acuerdo nuclear con Irán, firmado en 2015 y abandonado por Trump en 2018. Vance acusó a la administración Biden de proporcionar fondos a Irán, mientras que Walz argumentó que la salida de Trump del acuerdo había acercado a Irán a obtener armas nucleares.
Es importante destacar que la relación entre EE.UU. e Israel, formalizada en 1962, ha sido un pilar de la política exterior estadounidense. Desde la fundación de Israel en 1948, EE.UU. ha proporcionado más de $150 mil millones en ayuda militar al país.
El debate también abordó la situación regional más amplia, incluyendo las amenazas de grupos como Hizbulá, fundado en 1985 en Líbano. Los candidatos discutieron sobre la presencia militar estadounidense en la región, con aproximadamente 40.000 tropas desplegadas actualmente.
La discusión reflejó la complejidad del conflicto en Oriente Próximo, cuyas raíces se remontan al siglo XX. Ambos candidatos reconocieron la importancia de mantener la estabilidad en una región que ha visto cambios dramáticos, como la Revolución Islámica en Irán en 1979.
El debate demostró que la política exterior, especialmente en relación con Israel e Irán, sigue siendo un tema crucial en la política estadounidense. La posición de los candidatos sobre estos asuntos refleja las diferencias más amplias entre los partidos Republicano y Demócrata, los dos principales partidos políticos de EE.UU.
"Trump trajo estabilidad, la gente tenía miedo de pasarse de la raya"
"Lo que vemos en Harris es liderazgo, la capacidad de hacer coaliciones, entender que los aliados importan"
En conclusión, el debate subrayó la importancia continua de Oriente Próximo en la política exterior estadounidense y las diferentes visiones de los partidos sobre cómo abordar los desafíos en la región.