Sánchez cede ante Bildu: derogará ley de seguridad por apoyo parlamentario

El gobierno español acuerda derogar la Ley de Seguridad Ciudadana a cambio del apoyo de Bildu. Podemos critica el pacto por considerarlo insuficiente, revelando tensiones en la coalición.

3 de octubre 2024, 21:01  •  0 vistas

Sánchez cede ante Bildu: derogará ley de seguridad por apoyo parlamentario

En un movimiento que refleja la compleja dinámica política española, el gobierno liderado por Pedro Sánchez ha acordado derogar la controvertida Ley de Seguridad Ciudadana a cambio del apoyo parlamentario de Bildu. Esta decisión, tomada en octubre de 2024, ilustra la necesidad del ejecutivo de hacer concesiones para mantener su frágil mayoría en el Congreso de los Diputados.

La Ley de Seguridad Ciudadana, conocida popularmente como "Ley Mordaza", ha sido objeto de críticas desde su aprobación en 2015 por parte de organizaciones de derechos humanos. Su derogación ha sido una demanda constante de varios partidos de la oposición y grupos sociales.

Bildu, partido vasco de izquierda independentista, ha logrado este compromiso del gobierno como parte de las negociaciones para consolidar el bloque de investidura. Este acuerdo subraya la importancia de los partidos regionales en el sistema multipartidista español, donde la representación proporcional a menudo resulta en gobiernos de coalición.

Sin embargo, la decisión no ha sido bien recibida por todos los socios del gobierno. Podemos, partido fundado en 2014 y parte de la coalición gubernamental, ha expresado su descontento con el acuerdo. Según sus representantes, el pacto "se queda muy corto" y no deroga completamente la "Ley Mordaza".

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Esta situación pone de manifiesto las tensiones existentes dentro de la coalición de gobierno, que incluye al PSOE y Unidas Podemos desde 2018. La necesidad de negociar con partidos externos como Bildu para asegurar mayorías parlamentarias añade complejidad a la gobernabilidad.

El sistema político español, una monarquía parlamentaria establecida por la Constitución de 1978, se caracteriza por su naturaleza multipartidista. Esto a menudo resulta en la necesidad de formar coaliciones y buscar apoyos externos para gobernar, como se evidencia en este caso.

La fragilidad de la mayoría parlamentaria de Sánchez se refleja en la metáfora del "reparto de comida" mencionada en el artículo original. Cada vez que el gobierno necesita aprobar una medida, debe negociar y hacer concesiones a sus socios, lo que puede generar tensiones y desacuerdos.

Es importante recordar que la legislatura española dura normalmente cuatro años, y que existen mecanismos constitucionales como la moción de censura para cambiar el gobierno. El Tribunal Constitucional, como máximo intérprete de la Constitución, podría eventualmente pronunciarse sobre la legalidad de las reformas propuestas.

Este episodio demuestra la complejidad del panorama político español actual, donde la gobernabilidad depende de delicados equilibrios entre partidos con diferentes agendas e intereses. La capacidad del gobierno de Sánchez para navegar estas aguas turbulentas determinará en gran medida su éxito en implementar su programa y mantener la estabilidad política.