El partido político español Vox ha confirmado haber recibido un préstamo de 9,2 millones de euros del banco húngaro Magyar Bankholding (MBH) para financiar sus campañas electorales en 2023. Esta revelación surge en un contexto de creciente escrutinio sobre las fuentes de financiación de los partidos políticos en España.
Vox, fundado en 2013 y liderado por Santiago Abascal desde 2014, justifica la búsqueda de financiación extranjera alegando que "los bancos españoles no financian a Vox". El partido asegura que el préstamo ya ha sido devuelto en su totalidad y que cumple con todas las regulaciones financieras aplicables.
La Ley de Financiación de Partidos Políticos, aprobada en 2007, exige que los partidos detallen las entidades que les conceden créditos. Vox afirma haber registrado esta información ante el Tribunal de Cuentas, una institución establecida en 1851 para supervisar las finanzas públicas.
El Magyar Bankholding, propiedad parcial de Lörinc Mészáros, un empresario cercano al primer ministro húngaro Viktor Orban, ha financiado varios proyectos políticos en Hungría y ahora, aparentemente, en España. Este vínculo financiero coincide con un acercamiento político entre Vox y el gobierno de Orban.
El 5 de julio de 2023, los seis eurodiputados de Vox abandonaron el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), liderado por la primera ministra italiana Giorgia Meloni, para unirse a los Patriotas Por Europa, una agrupación creada por Orban. Este movimiento refleja un "alineamiento ideológico" entre Vox y las fuerzas políticas prorrusas en el Parlamento Europeo, que cuenta con 705 escaños.
Es importante destacar que Hungría, miembro de la Unión Europea desde 2004, ha sido objeto de críticas por parte de instituciones europeas debido a políticas que algunos consideran contrarias a los valores democráticos de la UE. El país, con una población de aproximadamente 9,7 millones de habitantes, mantiene su propia moneda, el forinto húngaro, en lugar del euro utilizado por 20 de los 27 estados miembros de la UE.
En respuesta a las acusaciones de financiación ilegal, Santiago Abascal ha anunciado una querella contra Alvise Pérez, quien insinuó que el líder de Vox habría recibido "sobres con efectivo". Abascal enfatiza que todas las transacciones financieras del partido están debidamente fiscalizadas.
"Todo está fiscalizado ante el Tribunal de Cuentas, que nosotros no somos el otro pajarraco".
Esta controversia se desarrolla en un momento en que la financiación de los partidos políticos está bajo intenso escrutinio en España y en toda la Unión Europea. Mientras tanto, instituciones como el Banco Central Europeo en Frankfurt y el Tribunal de Justicia de la UE en Luxemburgo continúan supervisando la estabilidad financiera y el cumplimiento legal en toda la unión.