El partido político español Vox ha reconocido haber recibido más de 9 millones de euros de una entidad bancaria húngara para financiar sus campañas electorales. Esta revelación ha generado interés debido a las posibles conexiones con el gobierno del primer ministro húngaro Viktor Orban, aunque el partido afirma desconocer si existe tal vínculo.
Vox, fundado en 2013 por Santiago Abascal y otros ex miembros del Partido Popular, ha experimentado un crecimiento significativo en el panorama político español. El partido se identifica ideológicamente con el gobierno de Orban en Hungría, un país miembro de la Unión Europea desde 2004. Esta alineación ha llamado la atención, considerando que Hungría ha sido objeto de críticas por parte de la UE debido a sus políticas sobre inmigración y estado de derecho.
El líder de Vox ha defendido la decisión del partido de romper los gobiernos autonómicos, argumentando que se trata de una "cuestión de principios". Esta postura refleja la importancia que el partido otorga a sus valores ideológicos fundamentales, incluso cuando implica sacrificar posiciones de poder en los gobiernos regionales españoles.
En cuanto a la inmigración ilegal, Vox mantiene una posición firme y contundente. Este enfoque se alinea con las políticas restrictivas implementadas por el gobierno de Orban en Hungría, que han sido objeto de controversia en el ámbito europeo.
Vox ha adoptado una estrategia de "oposición total" contra el gobierno de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español desde 2018. El partido argumenta que esta es la única forma de hacer caer al actual ejecutivo. Esta táctica de confrontación constante ha sido criticada por algunos sectores como obstruccionista, mientras que sus defensores la consideran necesaria para un cambio político.
La financiación de partidos políticos por entidades extranjeras es un tema sensible en muchos países, incluida España. La Unión Europea tiene normativas específicas sobre la financiación de partidos políticos europeos, lo que añade una capa adicional de complejidad a esta situación.
El alineamiento de Vox con políticos como Orban, acusado por algunos observadores internacionales de tendencias autoritarias, ha generado debate sobre las relaciones entre partidos de derecha en Europa. Este tipo de conexiones transnacionales entre formaciones políticas es cada vez más relevante en el contexto político europeo actual.
La postura de Vox sobre temas como la inmigración y su estrategia de oposición han contribuido a su crecimiento electoral, pero también han intensificado la polarización en el debate político español. El partido continúa defendiendo su línea ideológica y sus decisiones políticas, incluyendo la ruptura de acuerdos autonómicos, como parte de su compromiso con sus principios fundamentales.