El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha emitido un fallo que revoca la decisión del Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón (Tacpa) y el recurso interpuesto por Podemos, que en su momento paralizaron el proyecto original de La Nueva Romareda. Este proyecto, que data de hace dos décadas, ha enfrentado numerosos obstáculos y retrasos.
Víctor Serrano, concejal de Urbanismo, ha calificado la sentencia como "una buena noticia", aunque lamenta que llegue "demasiado tarde para corregir decisiones que han supuesto un coste al erario público". El fallo no solo valida la legalidad de las acciones realizadas, sino que también cuestiona la competencia del Tacpa en este asunto.
El proyecto original contemplaba que el Real Zaragoza, club fundado en 1932, financiara íntegramente la construcción del estadio a cambio de su explotación durante 75 años. Sin embargo, la inseguridad jurídica generada por el recurso de Podemos y la decisión del Tacpa ahuyentó a los inversores potenciales.
Actualmente, el proyecto de La Nueva Romareda continúa con un esquema de financiación tripartita entre el club, el Ayuntamiento y el Gobierno autonómico. Esta decisión se tomó para evitar que Zaragoza, la quinta ciudad más poblada de España con más de 700.000 habitantes, perdiera la oportunidad de ser sede del Mundial 2030.
La importancia de este proyecto para Zaragoza va más allá del ámbito deportivo. La ciudad, fundada por los romanos en el 14 a.C., tiene una rica historia que incluye haber sido capital del Reino de Aragón durante la Edad Media. Además, alberga monumentos emblemáticos como la Basílica del Pilar y el Palacio de la Aljafería, sede actual de las Cortes de Aragón.
El nuevo estadio no solo beneficiará al Real Zaragoza, seis veces campeón de la Copa del Rey, sino que también impulsará el perfil internacional de la ciudad. Zaragoza ya demostró su capacidad para albergar eventos de gran envergadura con la Expo 2008, centrada en el tema "Agua y desarrollo sostenible".
Serrano ha solicitado a la oposición que "pida perdón por el daño irreparable que le ha hecho a la sociedad aragonesa". Esta polémica se suma a la larga historia de La Romareda, que ha sido el hogar del Real Zaragoza desde 1957 y fue sede de la Copa Mundial de Fútbol de 1982.
La decisión de seguir adelante con el proyecto actual evitará que la afición tenga que permanecer cinco años en un estadio modular temporal. Esto permitirá que los seguidores del equipo puedan disfrutar de los partidos en un entorno adecuado, mientras la ciudad continúa desarrollándose en otros aspectos, como su moderno sistema de tranvía inaugurado en 2011.
La Nueva Romareda se suma a los atractivos de una ciudad que cuenta con el Acuario más grande de Europa en un entorno fluvial y el Parque Grande José Antonio Labordeta como pulmón verde. El proyecto del estadio representa una oportunidad para Zaragoza de modernizar su infraestructura deportiva y potenciar su atractivo turístico, complementando así sus ya reconocidas Fiestas del Pilar y su patrimonio histórico, que incluye joyas como el Puente de Piedra del siglo XV y el Museo de Zaragoza con sus importantes colecciones arqueológicas y de bellas artes.