El Partido Nacionalista Vasco (PNV), fundado en 1895, está acelerando sus esfuerzos para que el Gobierno vasco asuma el pago de las pensiones de los jubilados vascos, una suma que asciende a 12.000 millones de euros anuales. Este movimiento se enmarca en el objetivo más amplio del partido de establecer un sistema de Seguridad Social diferenciado para Euskadi y Navarra.
El Ejecutivo liderado por el lehendakari Pradales tiene previsto enviar su propuesta para el traspaso de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social antes de que finalice el año 2024. Este paso es crucial, considerando que el sistema de Seguridad Social en España se estableció en 1963 y ha sido un pilar fundamental del estado de bienestar.
Actualmente, Euskadi enfrenta un déficit en pensiones cercano a los 3.800 millones de euros. Esta cifra refleja la diferencia entre lo que se recauda en la región y lo que se paga en pensiones, un desafío significativo para una comunidad autónoma con aproximadamente 2,2 millones de habitantes.
El PNV considera las pensiones como un "elemento diferencial básico" para garantizar un bienestar superior en Euskadi y Navarra en comparación con el resto de España. Esta visión se alinea con el hecho de que el País Vasco ya disfruta de un PIB per cápita entre los más altos de España y una esperanza de vida elevada.
La estrategia del PNV para lograr una Seguridad Social propia se basa en una ponencia aprobada en 2016. Los nacionalistas han establecido tres hitos clave: negociar y conseguir la transferencia de la Seguridad Social, buscar soluciones complementarias para abordar la reducción de la Seguridad Social, y mantener un crecimiento económico superior al del Estado.
El Gobierno vasco espera que las negociaciones se aceleren tras la formación de una "comisión de negociación permanente" presidida por Sánchez y Pradales. Este foro no solo abordará los traspasos pendientes, sino que también se perfila como un órgano bilateral, reflejando el objetivo nacionalista de extender la "bilateralidad" del Concierto Económico al ámbito político.
Es importante destacar que el País Vasco ya goza de un régimen fiscal especial, el Concierto Económico, desde 1878. Este sistema permite a la región recaudar y gestionar sus propios impuestos, lo que ha contribuido a su desarrollo económico y social.
El traspaso de las pensiones se enmarca en un contexto más amplio de autonomía. Desde la aprobación del Estatuto de Autonomía en 1979, el País Vasco ha asumido competencias en áreas como educación, sanidad y policía autónoma. La Ertzaintza, creada en 1982, es un ejemplo de esta autonomía en materia de seguridad.
La propuesta del PNV también debe considerarse en el contexto de la estructura económica del País Vasco, donde la industria y los servicios son predominantes. La región tiene una fuerte tradición cooperativista, ejemplificada por Mondragón, y es reconocida internacionalmente por su gastronomía y cultura, con símbolos como el Museo Guggenheim de Bilbao.
En resumen, el impulso del PNV para gestionar las pensiones vascas representa un paso más en su visión de una mayor autonomía y diferenciación para Euskadi, aprovechando su fortaleza económica y sus instituciones únicas.