Varias parlamentarias del Partido Popular han denunciado la recepción de cartas anónimas con contenido machista y amenazante. Este incidente, ocurrido en los últimos días, ha puesto de manifiesto la persistencia de la violencia de género en el ámbito político español.
Las diputadas Ana Vázquez y Noelia Núñez, las senadoras Alicia García y Eva Ortiz, y la eurodiputada Alma Ezcurra han hecho públicas las misivas recibidas a través de sus cuentas en la red social X. Las cartas, todas con la misma tipografía, están fechadas en Waterloo, Bélgica, en septiembre de 2024, aunque el sello postal no corresponde a esta localidad.
El contenido de las cartas incluye insultos misóginos como "poligonera", "furcia" y "loca", dirigidos a las parlamentarias en respuesta a sus recientes intervenciones en el Congreso y el Senado. Ana Vázquez, portavoz de Interior del partido, fue atacada específicamente por sus comentarios sobre el ministro Fernando Grande-Marlaska.
Las afectadas han respondido con firmeza. Ana Vázquez declaró: "¡No os tengo miedo! ¡No me vais a callar!", mientras que Alicia García afirmó que "el acoso, el odio y la violencia no silenciarán nuestras ideas". Eva Ortiz añadió: "Ante el miedo no se cede. No nos silenciarán ni por ser mujeres ni por ser del PP".
El Partido Popular está preparando una denuncia formal por el contenido de las cartas y no descarta que puedan existir más parlamentarias afectadas. El presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, ha condenado el "grave y repugnante" contenido de las misivas y ha expresado su apoyo a las compañeras afectadas.
Este incidente se suma a una preocupante tendencia de violencia machista en la política, un fenómeno reconocido globalmente. La Ley Orgánica de Protección Integral contra la Violencia de Género en España, pionera en Europa, aborda este tipo de violencia, pero casos como este demuestran que aún queda mucho por hacer.
Es importante destacar que la participación de mujeres en la política española ha aumentado significativamente desde la transición democrática. Sin embargo, el acoso y las amenazas, facilitados por el anonimato en internet y las redes sociales, siguen siendo obstáculos para la plena igualdad en la esfera pública.
La denuncia pública de estos actos puede tener un efecto disuasorio y alentar a otras víctimas a hablar. Como dijo Alma Ezcurra en respuesta a los insultos: "Ladran, luego cabalgamos, queridas", una frase que refleja la determinación de las mujeres políticas de continuar su labor a pesar de las adversidades.
"¡No os tengo miedo! ¡No me vais a callar!"
Este caso subraya la necesidad de seguir trabajando en la erradicación de la violencia machista en todos los ámbitos de la sociedad, incluyendo la política, donde las mujeres siguen enfrentando barreras adicionales por su género.