En una noche memorable en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, la legendaria bailaora Manuela Carrasco presentó su espectáculo de despedida "Como el Ave Fénix" el 29 de septiembre de 2024. Este evento, que forma parte de la prestigiosa Bienal de Flamenco de Sevilla, simboliza el renacimiento y la superación personal de la artista.
Manuela Carrasco, nacida en Sevilla en 1958, ha sido una figura emblemática del flamenco durante décadas. Su actuación en el Teatro de la Maestranza, inaugurado en 1991, fue un testimonio de su resiliencia y pasión por el arte flamenco, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2010.
El espectáculo contó con la participación de destacados artistas como Pedro Sierra en la guitarra, Enrique el Extremeño en el cante, y artistas invitados como Antonio Canales, El Pele e Israel Fernández. La dirección artística estuvo a cargo de Ángel Rojas, quien logró crear un ambiente que resaltó la fuerza expresiva de Carrasco.
El programa incluyó una variedad de palos flamencos, desde la profunda seguiriya hasta las festivas bulerías. Manuela Carrasco demostró su maestría en el taranto, un palo originario de Almería, y en la soleá, considerada la madre de los cantes flamencos. Su interpretación de la alboreá, cantada por El Pele, evocó la tradición de las bodas gitanas.
Un momento culminante fue cuando Manuela Carrasco bailó con el mantón de Manila al son de "La saeta" de Serrat, interpretada por la Agrupación Musical. La saeta, un cante religioso típico de la Semana Santa, adquirió una nueva dimensión en la interpretación de la bailaora.
El espectáculo no solo fue una muestra de virtuosismo técnico, sino también una expresión de la esencia del baile gitano. Manuela Carrasco, originaria de la Vega de Triana, un barrio sevillano con gran tradición flamenca, desplegó su característico estilo, marcado por la verticalidad del cuerpo y la energía de sus zapateados.
"El baile es mi forma de comunicarme con la vida espiritual y los misterios de los recuerdos."
La metáfora del Ave Fénix, criatura mitológica asociada con el fuego y el sol en diversas culturas, se materializó en el escenario a través de la actuación de Manuela Carrasco. Al igual que esta legendaria ave, cuyo ciclo de vida se estima entre 500 y 1000 años según diferentes tradiciones, la bailaora demostró su capacidad de renacer artísticamente.
El público del Teatro de la Maestranza fue testigo de un espectáculo que trascendió la mera representación para convertirse en una experiencia sensorial y emocional. Manuela Carrasco, como el Ave Fénix de la mitología egipcia conocido como Bennu, se elevó sobre las adversidades para ofrecer una actuación que quedará grabada en la memoria de los aficionados al flamenco.
Este espectáculo no solo marca la despedida de Manuela Carrasco de los escenarios sevillanos, sino que también reafirma la vitalidad y la capacidad de renovación del flamenco como forma de expresión artística. Como el Ave Fénix, Manuela Carrasco y el flamenco demuestran su capacidad de renacer y emocionar a nuevas generaciones de espectadores.