En el reciente debate de política general en el Parlament de Catalunya, Junts per Catalunya ha lanzado duras críticas contra Salvador Illa, acusándolo de falta de credibilidad y de actuar más como portavoz del PSOE que como presidente de la Generalitat. Este enfrentamiento refleja la tensión política que persiste en Cataluña, dos meses después de la controvertida investidura de Illa el 8 de agosto de 2024.
La portavoz de Junts, Mònica Sales, ha señalado la aparente debilidad del gobierno monocolor socialista y ha exigido a Pedro Sánchez que cumpla las promesas hechas. "De promesas tenemos para dar y tomar, fallan los cumplimientos", declaró Sales, refiriéndose a acuerdos sobre financiación y condonación de deuda pactados entre ERC y los socialistas.
"Es imposible gobernar bien en Cataluña sin hacerse respetar en Madrid. No hay respeto cuando Illa todavía no se ha reunido con Junts"
Junts ha aprovechado esta oportunidad para posicionarse como oposición firme en Cataluña, destacando su influencia en el Congreso y profundizando en la dependencia percibida entre Illa y Sánchez. El partido argumenta que Illa lidera un gobierno "débil" que no se enfrentará a Madrid para obtener recursos para los catalanes.
La financiación singular, un tema históricamente controvertido, ha sido objeto de debate. Junts ha propuesto un pacto a la carta con una cuota de solidaridad unilateral fijada por Cataluña, criticando a Illa por no responder a las declaraciones del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, conocido por su oposición a cambios en el sistema de financiación.
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) también ha criticado a Illa por "falta de ambición", instándole a impulsar el pacto fiscal. "No bastará con mano tendida o buenas palabras", advirtió Marta Vilalta de ERC.
El Partido Popular y Vox han reaccionado con contundencia contra el discurso de Illa. El PP ha propuesto una "macroauditoría de las cuentas públicas" y una reducción de impuestos, señalando que Cataluña tiene la presión fiscal más alta entre las comunidades autónomas. Por su parte, Vox ha acusado a Illa de hacer concesiones al independentismo y de promover políticas de ruptura.
Este debate ha puesto de manifiesto la complejidad del panorama político catalán, donde temas como el "procés", la financiación autonómica y la política lingüística siguen siendo puntos de fricción. La ausencia de dos diputados de Junts, incluido el ex presidente Carles Puigdemont, debido al exilio político, sigue siendo un recordatorio de los desafíos pendientes en la normalización institucional de Cataluña.
El debate de política general, un evento anual crucial en el Parlament, ha servido como escenario para que los diferentes partidos marquen sus posiciones y estrategias de cara al futuro político de Cataluña y su relación con el gobierno central.