El 27 de septiembre de 2024, España será testigo de una nueva ola de protestas estudiantiles en apoyo a Palestina. Esta jornada de huelga, convocada por el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria, se extenderá por más de veinte ciudades del país, marcando un hito en la movilización social contra las acciones de Israel en Gaza.
Los manifestantes, bajo el lema "No vamos a estudiar bajo el ruido de las bombas", exigen una ruptura inmediata de relaciones con Israel, al que califican de "estado genocida". Esta acción se produce cuatro meses después de las acampadas propalestinas de mayo, demostrando la persistencia del movimiento de solidaridad.
El conflicto israelí-palestino, cuyas raíces se remontan al siglo XX, ha sido objeto de numerosos intentos de resolución. Desde la propuesta de partición de Palestina por la ONU en 1947 hasta el rechazo del Plan de Paz de Trump en 2020, la región ha vivido décadas de tensión y violencia. La declaración de independencia de Israel en 1948 y la posterior ocupación de territorios palestinos tras la Guerra de los Seis Días en 1967 han sido puntos de inflexión en esta larga disputa.
Los organizadores de la huelga critican duramente la postura de los gobiernos occidentales y la "diplomacia podrida" que, según ellos, es cómplice de un "asesinato colectivo". Argumentan que solo un movimiento desde la base, con acciones como huelgas, bloqueos y boicots, puede detener lo que consideran una masacre y limpieza étnica.
El sindicato CGT se ha unido a la convocatoria, declarando el 27 de septiembre como día de "huelga general". Entre sus demandas se incluye el reconocimiento del derecho de retorno para los refugiados palestinos, un tema central en el conflicto desde hace décadas.
Es importante destacar que el movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) contra Israel, lanzado en 2005, ha ganado fuerza en los últimos años, influyendo en la opinión pública internacional. Asimismo, la reciente investigación de la Corte Penal Internacional sobre presuntos crímenes de guerra en los territorios palestinos ha añadido una nueva dimensión legal al conflicto.
Las manifestaciones se llevarán a cabo en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, entre otras. En la capital, los estudiantes se concentrarán en el campus de la UCM a las 11:00 horas, para luego marchar hacia Atocha a las 19:00 horas.
Esta movilización refleja la creciente preocupación internacional por la situación en Gaza y Cisjordania. Mientras que la UNESCO ha reconocido varios sitios palestinos como Patrimonio de la Humanidad, la construcción de asentamientos israelíes en Cisjordania sigue siendo considerada ilegal por la ONU.
Los manifestantes esperan que estas acciones contribuyan a presionar por una solución justa y duradera al conflicto, que ha eludido los esfuerzos diplomáticos durante décadas, incluyendo los Acuerdos de Oslo de 1993 y numerosas iniciativas posteriores.
"Frente a la barbarie sionista, sólo un movimiento así, desde abajo, que impulse la solidaridad internacionalista mediante la lucha en las calles, con huelgas obreras, bloqueos y boicots, señalando la complicidad de las potencias occidentales, podrá evitar que la masacre y la limpieza étnica se amplíen."
La jornada de protesta del 27 de septiembre promete ser un recordatorio poderoso de la continua lucha por la justicia y la paz en Oriente Medio, y del papel que los movimientos estudiantiles y sociales pueden desempeñar en la configuración del discurso político internacional.