Estados Unidos ha emitido una alerta sobre un posible ataque inminente de Irán contra Israel utilizando misiles balísticos. Esta información, proporcionada por fuentes de la Casa Blanca a la cadena CNN, ha puesto en marcha preparativos activos para proteger al estado hebreo.
La tensión entre Irán e Israel ha sido una constante desde la Revolución Islámica de 1979, con el programa nuclear iraní como punto focal de las disputas internacionales desde principios de los 2000. Aunque Israel posee capacidades nucleares no declaradas desde la década de 1960, Irán ha desarrollado varios tipos de misiles balísticos como el Shahab-3 y el Sejjil, capaces de alcanzar velocidades hipersónicas.
El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM), establecido en 1983, está listo para actuar en caso necesario. La distancia aérea de aproximadamente 1,600 kilómetros entre Teherán y Tel Aviv plantea desafíos logísticos significativos para cualquier operación militar.
Yoav Gallant, ministro de Defensa israelí, se ha reunido con altos mandos militares para evaluar la situación. Mientras tanto, el portavoz militar Daniel Hagari ha declarado que, por el momento, no se ha detectado ninguna amenaza aérea concreta.
Es importante recordar el ataque del 13 de abril de 2024, cuando Irán lanzó cientos de drones y misiles contra Israel en represalia por el bombardeo de su consulado en Damasco. La mayoría de estos proyectiles fueron interceptados por las defensas aéreas de varios países aliados y el sistema Iron Dome israelí, implementado por primera vez en 2011.
Los expertos militares estadounidenses anticipan que un posible nuevo ataque podría ser significativamente diferente. A diferencia del incidente de abril, donde hubo advertencias previas, se espera que un ataque futuro se realice sin previo aviso y con la intención de causar daños máximos.
La defensa aérea israelí, que incluye sistemas como Arrow, Patriot y David's Sling, además del Iron Dome, se mantiene en alerta máxima. La alianza militar entre Estados Unidos e Israel, formalizada en 1987 con el estatus de "aliado importante no perteneciente a la OTAN", juega un papel crucial en la preparación defensiva.
El estrecho de Ormuz, controlado parcialmente por Irán, sigue siendo un punto estratégico para el tráfico petrolero mundial, añadiendo una capa adicional de complejidad a la situación geopolítica.
La comunidad internacional observa de cerca estos desarrollos, consciente de que la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU prohíbe a Irán desarrollar misiles balísticos capaces de transportar armas nucleares. Sin embargo, la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015 (JCPOA) en 2018 ha complicado los esfuerzos diplomáticos para abordar estas tensiones.
"Estamos preparando activamente medidas para proteger a Israel"
La situación actual refleja la continua volatilidad en la región, con implicaciones que se extienden mucho más allá de las fronteras de Israel e Irán. La comunidad internacional permanece en alerta, esperando que prevalezca la diplomacia sobre el conflicto armado.