Un incidente marítimo frente a las costas de Samoa ha generado preocupación por un posible desastre ecológico. El domingo 6 de octubre de 2024, el buque HMNZS Manawanui de la Marina de Nueva Zelanda se hundió e incendió cerca de la isla de Upolu, la más poblada de Samoa, provocando temores de un "altamente probable" derrame de petróleo.
El primer ministro interino de Samoa, Tuala Tevaga Iosefo Ponifasio, anunció que se está realizando una evaluación de impacto ambiental en la zona del hundimiento. Este incidente pone de relieve la delicada relación entre las operaciones navales y la preservación de los ecosistemas marinos, especialmente en una región donde los arrecifes de coral rodean gran parte de las costas y son extremadamente sensibles a la contaminación.
El contraalmirante Garin Golding, jefe de la Marina de Nueva Zelanda, informó que las 75 personas a bordo lograron evacuar el navío en botes salvavidas, enfrentando condiciones complicadas y oscuridad. El rescate se prolongó durante horas, con los primeros sobrevivientes llegando a tierra después de aproximadamente cinco horas.
El HMNZS Manawanui, un buque especializado en buceo e hidrografía que había estado en servicio desde 2019, se encontraba estudiando un arrecife cuando golpeó una formación coralina a aproximadamente 1,5 kilómetros de la costa. Este incidente resalta la importancia de la hidrografía, la ciencia que se ocupa de medir y describir las características físicas de los océanos y áreas costeras.
La ministra de Defensa, Judith Collins, expresó que el barco está "prácticamente en ruinas" y que la recuperación parece improbable. La pérdida de uno de los nueve buques de la Marina de Nueva Zelanda representa un golpe significativo para la capacidad defensiva del país, especialmente considerando que la flota neozelandesa ya es relativamente pequeña en comparación con otras naciones desarrolladas.
La preocupación principal ahora se centra en el posible impacto ambiental. Collins mencionó que había "mucho combustible" a bordo, lo que podría tener consecuencias devastadoras para el ecosistema marino si se produce un derrame. La economía de Samoa, fuertemente dependiente del turismo y la pesca, podría verse gravemente afectada por un desastre ecológico de esta magnitud.
Este incidente también pone de manifiesto los problemas que enfrenta la Marina de Nueva Zelanda. En marzo de 2024, la agencia de defensa calificó a la Marina como "sumamente frágil", citando problemas de personal y mantenimiento. La pérdida del HMNZS Manawanui, un buque costoso y difícil de reemplazar, agrava esta situación.
Las autoridades neozelandesas han iniciado una investigación sobre las causas del desastre. Dada la complejidad de los accidentes navales, es probable que se involucre a expertos internacionales en el proceso. Este incidente también podría tener implicaciones diplomáticas entre Nueva Zelanda y Samoa, considerando su relación histórica y la responsabilidad de Nueva Zelanda en caso de daños ambientales.
La formación de oficiales navales experimentados, como el comandante del HMNZS Manawanui, requiere años de entrenamiento y práctica. A pesar de esto, el contraalmirante Golding aseguró que el capitán era un comandante con experiencia que había trabajado en el buque durante dos años.
Este incidente subraya la importancia de mantener y actualizar el equipo militar, así como la necesidad de protocolos de seguridad rigurosos en operaciones navales cerca de ecosistemas sensibles. La investigación y las consecuencias de este hundimiento probablemente influirán en las futuras políticas de defensa y medioambientales de Nueva Zelanda y otros países del Pacífico Sur.