Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional han llevado a cabo una operación conjunta que ha resultado en la detención de 17 aficionados, con edades comprendidas entre 21 y 68 años, por su presunta participación en una violenta confrontación entre seguidores del RCD Espanyol y el Real Oviedo. Este incidente ocurrió el 23 de junio de 2024, previo al partido de ascenso a Primera División en el RCDE Stadium de Cornellà, Barcelona.
El RCD Espanyol, fundado en 1900, y el Real Oviedo, establecido en 1926, son clubes con una rica historia en el fútbol español. El encuentro entre sus aficiones desencadenó una serie de eventos que reflejan la persistente problemática de la violencia en el deporte, a pesar de los esfuerzos legislativos como la Ley contra la Violencia en el Deporte de 2007.
Los hechos se desarrollaron en el paseo Ferrocarrils de Cornellà de Llobregat, cuando los seguidores del Real Oviedo, que se encontraban en la plaza de la Sardana, se cruzaron con un grupo de aficionados del Espanyol. El enfrentamiento escaló rápidamente, con lanzamientos de objetos y agresiones físicas que se extendieron hasta las inmediaciones del estadio y el centro comercial Splau.
Como resultado de estos disturbios, varias personas resultaron heridas. Un seguidor del Real Oviedo sufrió lesiones graves, incluyendo la fractura del peroné y una herida en la cabeza. Los daños no se limitaron a las personas; el mobiliario de los bares de la zona también sufrió destrozos considerables.
La investigación policial, que duró varios meses, culminó el 7 de octubre de 2024 con la detención de los presuntos implicados. Doce arrestos se efectuaron en el área metropolitana de Barcelona, incluyendo localidades como Sant Joan Despí, Cornellà de Llobregat y Castelldefels. Los cinco restantes tuvieron lugar en Asturias, demostrando la colaboración efectiva entre cuerpos policiales de diferentes regiones.
Los detenidos enfrentan cargos por desórdenes públicos, un delito que en España puede conllevar penas de prisión de 6 meses a 3 años. Este caso subraya la persistencia de la violencia en el fútbol español, a pesar de la disminución general de incidentes en los últimos años.
Es importante destacar que el ascenso a Primera División puede significar un aumento de ingresos de más de 40 millones de euros para un club, lo que eleva la tensión en partidos decisivos. Sin embargo, el costo del vandalismo en eventos deportivos, que asciende a millones de euros anuales en daños y seguridad adicional, subraya la necesidad de continuar trabajando en la prevención de estos incidentes.
La amplia gama de edades de los detenidos, desde 21 hasta 68 años, demuestra que la violencia en el fútbol no es un problema exclusivo de los jóvenes. Este hecho plantea desafíos adicionales para las autoridades en su esfuerzo por erradicar este tipo de comportamientos del deporte.
A medida que avanza la investigación, se espera que los detenidos sean citados a declarar ante el juez. Este incidente sirve como un recordatorio de la importancia de la seguridad en los eventos deportivos y la necesidad de fomentar una cultura de respeto y fair play entre los aficionados al fútbol.