Starmer enfrenta rebelión interna por recortes a pensionistas

La conferencia laborista rechaza el plan de Starmer para reducir ayudas de calefacción a pensionistas. El líder defiende medidas impopulares mientras crece la tensión en el partido.

25 de septiembre 2024, 12:36  •  0 vistas

Starmer enfrenta rebelión interna por recortes a pensionistas

El Partido Laborista británico se encuentra en medio de una tormenta interna tras la reciente conferencia nacional celebrada en Liverpool. La asamblea votó mayoritariamente contra el plan del líder Keir Starmer para recortar las ayudas de calefacción a pensionistas, desatando una rebelión en el ala izquierda del partido.

Esta decisión, aunque no vinculante, representa un duro golpe para Starmer, quien se encontraba en Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU. La votación refleja las crecientes tensiones entre la dirección del partido y su base más progresista, evidenciando los desafíos que enfrenta el laborismo en su intento de equilibrar responsabilidad fiscal y protección social.

Sharon Graham, líder del influyente sindicato Unite, se convirtió en la voz principal de la oposición interna, declarando: "No podemos retirar las ayudas a los más vulnerables y dejar a los más ricos intactos". Graham argumentó que el Reino Unido, como sexta economía mundial, tiene los recursos necesarios para evitar medidas de austeridad.

Image

La propuesta de Starmer para eliminar las ayudas de hasta 350 euros a 10 millones de pensionistas fue aprobada en el Parlamento hace dos semanas, con una notable abstención de varios diputados laboristas. Esta medida, que busca ahorrar aproximadamente 1.800 millones de euros, ha sido justificada por el gobierno laborista como necesaria para abordar el déficit fiscal heredado de administraciones anteriores.

Rachel Reeves, secretaria del Tesoro, insistió en que el próximo presupuesto "no supondrá una vuelta a la austeridad", a pesar de las críticas. Sin embargo, la decisión ha reavivado el debate sobre el equilibrio entre responsabilidad fiscal y protección social, un tema recurrente en la política británica.

El episodio ha puesto de manifiesto las divisiones ideológicas dentro del Partido Laborista, que históricamente ha oscilado entre posiciones más centristas y de izquierda. Estas tensiones no son nuevas, pero se han intensificado bajo el liderazgo de Starmer, quien asumió el cargo en abril de 2020 con la promesa de unificar el partido.

La conferencia de Liverpool, celebrada bajo el lema "El cambio comienza", pretendía mostrar un frente unido de cara a las próximas elecciones. Sin embargo, las discrepancias sobre políticas económicas y sociales han quedado al descubierto, planteando interrogantes sobre la capacidad del partido para presentar una alternativa coherente al gobierno conservador.

La popularidad de Starmer también se ha visto afectada por estas controversias, sumadas a un reciente escándalo relacionado con regalos personales. Estos eventos han provocado una caída significativa en sus niveles de aprobación, apenas tres meses después de su llegada a Downing Street.

El debate sobre las prestaciones sociales y el estado del bienestar sigue siendo un tema central en la política británica. La decisión de recortar ayudas a pensionistas ha reavivado discusiones sobre la responsabilidad del gobierno en la protección de los más vulnerables, especialmente en un contexto de crecientes desafíos económicos y aumento del costo de vida.

"Para muchos pensionistas, tener ese dinero para poder encender la calefacción es una cuestión de vida o muerte"

John Trickett, parlamentario laborista disidente

Mientras el Partido Laborista lucha por encontrar un equilibrio entre sus diferentes facciones, el desafío para Starmer será mantener la unidad del partido y recuperar la confianza del electorado. La conferencia de Liverpool ha dejado claro que el camino hacia las próximas elecciones estará lleno de obstáculos internos y externos para los laboristas.