Sidón enfrenta crisis humanitaria: entierros temporales ante conflicto
Sidón, Líbano, recurre a entierros temporales de víctimas del conflicto actual. El ex alcalde Abdul Rahman Bizri compara la situación con eventos similares de 2006, revelando la gravedad de la crisis humanitaria.
En la histórica ciudad de Sidón, tercera más grande del Líbano con una población de aproximadamente 200,000 habitantes, se está desarrollando una crisis humanitaria que evoca recuerdos de conflictos pasados. La situación actual ha obligado a las autoridades a implementar medidas extraordinarias para manejar las consecuencias trágicas del conflicto en curso.
Abdul Rahman Bizri, ex alcalde de Sidón y actual diputado, ha revelado que la ciudad está recurriendo a una práctica conocida como "Defin bilwadiah" o entierro en custodia temporal. Esta medida, autorizada por una fatwa (edicto religioso), se está utilizando para gestionar el creciente número de víctimas del conflicto. Bizri establece un paralelo inquietante con eventos similares ocurridos hace 18 años, en 2006, cuando la ciudad enfrentó una crisis comparable.
"En aquel entonces fueron 18 cadáveres pero ahora tendremos que enterrar 53 y varias bolsas con trozos de carne. Creo que pertenecen a tres o cuatro cadáveres"
La magnitud de la tragedia actual supera significativamente la de 2006, con un número de víctimas casi triplicado. Esta situación pone de manifiesto la intensidad del conflicto actual y sus devastadoras consecuencias para la población civil.
Sidón, una ciudad con más de 6000 años de historia, ha sido testigo de numerosos conflictos a lo largo de los siglos. Desde su época como importante ciudad fenicia, pasando por la conquista de Alejandro Magno en 333 a.C., hasta los bombardeos de 1982 durante la invasión israelí del Líbano, la ciudad ha demostrado una notable resiliencia.
A pesar de su rica historia y su importancia como centro comercial y educativo, Sidón se encuentra ahora en el epicentro de una crisis humanitaria. La ciudad, conocida por su castillo del mar construido por los cruzados y su Gran Mezquita de Omari, enfrenta ahora el desafío de gestionar las consecuencias de un conflicto que amenaza con socavar su tejido social y cultural.
La implementación de entierros temporales plantea preguntas sobre la capacidad de las autoridades para manejar la crisis a largo plazo. Esta medida, aunque necesaria en las circunstancias actuales, subraya la urgencia de encontrar una solución pacífica al conflicto en curso.
La situación en Sidón es un recordatorio sombrío de los costos humanos de los conflictos armados y la necesidad imperiosa de esfuerzos diplomáticos para prevenir futuras escaladas de violencia en la región.
