El gobierno chino mantiene una estrategia bien-pensada para ganar influencia mediática: la semana pasada un grupo de periodistas latino-americanos (invitados con todos los gastos pagados) recorrieron una feria en Shanghai mientras degustaban platillos típicos
La visita coincide con la llegada de Xi Jinping a Lima donde el mandatario chino – tras una breve parada en Gran Canaria – inauguró el puerto de Chancay: un proyecto de 1300 millones de dolares que forma parte de la nueva ruta de la seda. Dina Boluarte recibió al líder chino quien viaja con una delegación que incluye a Wang Yi y otros funcionarios del politburó
La presencia china en la región se refleja en diversos sectores:
- Acuerdos de libre-comercio con 5 países
- Control de 17 centrales hidroeléctricas en Brasil
- Contratos de litio en Chile
- Proyectos de metro en Bogotá y Ciudad de México
- Inversiones en tierras raras en Argentina
El intercambio comercial entre China y Latinoamérica ha crecido de manera impresionante – pasando de 18 mil millones a 450 mil millones de dolares en dos décadas. Mientras tanto en Washington Marco Rubio (elegido por Trump como futuro secretario de Estado) busca contrarrestar esta influencia; sin embargo la retórica anti-migrante del ex-presidente complica las relaciones con la región