La muerte de la princesa Yuriko destapa el problema dinástico en Japón
La princesa Yuriko fallece a los 101 años en un hospital de Tokio dejando solo 15 miembros en la familia imperial. Su partida resalta el desafío sucesorio de la dinastía más antigua del mundo
La familia imperial japonesa enfrenta un momento decisivo tras el fallecimiento de la princesa Yuriko – la integrante más longeva de la dinastía quien partió este viernes en un centro médico tokiota
El deterioro de sus funciones cardiacas y renales se agravó en los últimos días; su última aparición pública fue durante las celebraciones de año-nuevo donde visitó a los emperadores eméritos. La princesa (quien se unió a la familia imperial en 1941 al casarse con el príncipe Mikasa) permaneció hospitalizada desde marzo por complicaciones cerebro-vasculares
La situación actual de la casa imperial refleja un panorama complejo; de sus 16 miembros once son mujeres quienes: realizan funciones oficiales‚ participan en ceremonias y mantienen la presencia pública de la institución. Sin embargo las reglas dinásticas establecen que las princesas pierden su estatus al contraer matrimonio con plebeyos
El sistema sucesorio nipón enfrenta un escenario preocupante; solo tres varones tienen derecho al trono: el príncipe heredero Akishino de 58 años; su hijo el príncipe Hisahito de 18; y el príncipe Hitachi de 88 (hermano del emperador emérito Akihito)