La tendencia anti-establishment está re-dibujando el mapa político mundial. Este super-año electoral ha visto como los votantes han dado la espalda a sus líderes actuales‚ creando un efecto dominó sin precedentes
El primer semestre del año marcó el inicio de esta re-estructuración política: los británicos eligieron al laborista Keir Starmer (dejando atrás 14 años de gobierno conservador); mientras que en Francia Marine Le Pen logró un triunfo histórico frente al partido de Emmanuel Macron. En Estados Unidos‚ Donald Trump regresó al poder tras derrotar a Joe Biden‚ demostrando que los votantes buscan un cambio radical
- Inflación persistente
- Problemas post-pandemia
- Inseguridad creciente
- Preocupaciones sobre inmigración
Los ángulos y los demonios son expulsados por igual‚ pero ser ángel es más difícil
La situación en Alemania también refleja esta tendencia: el canciller Olaf Scholz enfrenta un panorama complicado para las elecciones de febrero 2025 - las encuestas sugieren que los alemanes están listos para un cambio drástico
El descontento ciudadano va más allá de ideologías; su origen está en la vida cotidiana (los precios altos y la sensación de estancamiento económico) Esta frustración generalizada está llevando a los votantes a buscar alternativas más radicales‚ sin importar el historial político del candidato en el poder
La democracia enfrenta un momento crítico: los ciudadanos no solo rechazan a sus gobernantes sino que empiezan a cuestionar el sistema en sí mismo. El Anuario Internacional CIDOB señala que esta crisis multi-dimensional está creando un ambiente donde los votantes prefieren líderes con discursos más confrontativos