Barcelona, la capital catalana, es una ciudad que esconde numerosos secretos a plena vista. Sus calles, parques y edificios emblemáticos albergan historias fascinantes que muchos desconocen. Hagamos un recorrido por algunos de los rincones más enigmáticos de esta urbe mediterránea.
La icónica noria del Parque del Tibidabo, situada en la cima de la Serra de Collserola, ha experimentado una interesante evolución. La actual es la cuarta versión desde la inauguración del parque. La primera noria infantil se instaló en la década de 1950, seguida por una gran rueda panorámica en el nivel 6. A finales de los años 80, se presentó el Panoramic, predecesor de la noria actual. En 2014, el nuevo Giradabo incorporó una innovación significativa: una cesta adaptada para personas con movilidad reducida.
Los taxis de Barcelona son fácilmente reconocibles por sus colores negro y amarillo. Este diseño distintivo tiene su origen en la Exposición Universal de 1929, cuando el Ayuntamiento decidió estandarizar el color amarillo para los taxis oficiales de la ciudad, con el fin de evitar vehículos ilegales y tarifas abusivas. Es interesante notar que los taxímetros no se introdujeron en Barcelona hasta 1931.
El Park Güell, uno de los lugares más visitados de Barcelona, fue originalmente concebido como una ciudad jardín de lujo. Sin embargo, el proyecto quedó inconcluso debido a su lejanía del centro y la desconfianza de los posibles compradores. Curiosamente, el propio Antoni Gaudí residió en una de las casas del parque entre 1906 y 1925. Hoy en día, esta vivienda alberga el Museo Gaudí. El Park Güell fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984 y se abrió al público como parque en 1926.
En el Parque de la Ciutadella se encuentra el Castillo de los Tres Dragones, un edificio modernista diseñado por Lluís Domènech i Montaner para la Exposición Universal de 1888. Su nombre proviene de una novela de Serafí Pitarra, seudónimo del dramaturgo catalán Frederic Soler. Actualmente, el edificio alberga el Museo de Ciencias Naturales, fundado en 1882, y cuenta con un laboratorio de naturaleza y la Fonoteca Naturaleza Sonora, que contiene más de 10,000 grabaciones de sonidos naturales.
El Laberinto de Horta, el jardín más antiguo conservado en Barcelona, esconde una recompensa simbólica en su centro. Diseñado en 1791 por Joan Antoni Desvalls, el laberinto se inspira en el mito de Teseo y representa los distintos niveles del amor. Este lugar ha sido escenario de películas como "El Perfume: Historia de un Asesino".
El Palacio Nacional, sede del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) desde 1934, fue construido originalmente para la Exposición Internacional de 1929. Diseñado por Eugenio Cendoya y Enric Catà, este edificio de estilo neorrenacentista alberga una de las colecciones de arte románico más importantes del mundo, con más de 260,000 obras en total.
Por último, las famosas casas de Gaudí en el Paseo de Gracia aún albergan algunos residentes. En la Casa Batlló, conocida localmente como la "Casa de los Huesos", todavía existen oficinas y viviendas privadas. En La Pedrera, la escritora Ana Viladomiu Pérez-Sala es conocida como "la última vecina". Viladomiu incluso ha escrito un libro sobre su experiencia viviendo en este icónico edificio modernista.
Estos son solo algunos de los secretos que Barcelona guarda en sus rincones más emblemáticos, invitando a locales y visitantes a descubrir la rica historia y los enigmas que se esconden tras su fachada turística.