La historia de Casablanca va mucho más allá del famoso filme de 1942. Aunque Rick Blaine y Ilsa Lund nunca pisaron realmente sus calles una ex-diplomática estadounidense recreó el mítico Ricks Café hace unos 20 años (que sigue funcionando hasta hoy)
La ciudad blanca acogió a personajes históricos como Antoine de Saint-Exupéry en sus viajes a Dakar; Josephine Baker actuando en el teatro Rialto y Edith Piaf visitando a su amante el boxeador Marcel Cerdan
El legado francés desde 1912 dejó una huella art-decó impresionante: la plaza Mohammed V concentra edificios emblemáticos; el mercado Central muestra su lado marítimo y el bulevar principal guarda secretos de época. La Petit Pouce – café preferido de Saint-Exupéry y Camus mantiene su encanto original (aunque los clientes locales no aprecian mucho las fotos de turistas)
La Mezquita Hassan II domina el paisaje urbano con números impresionantes:
* Capacidad interior para 25000 personas
* Espacio exterior para 90000 fieles
* Un minarete de 210 metros
* Area total de 80000 metros cuadrados
El barrio Habous representa la nueva medina con su laberinto de callejuelas; mientras el Royal Mansour (abierto en primavera) ofrece gastronomía marroquí desde su piso 23 con vistas panorámicas
La Corniche define el espíritu nocturno de la ciudad: el Manaos combina ambiente londinense arriba y mil-y-una-noches abajo; mientras Armstrong trae jazz al estilo Brooklyn. Los murales urbanos dan color a la ciudad – desde protestas sociales hasta Bob Esponja mostrando que Casablanca se transforma en centro artístico africano