En medio de crecientes tensiones en Oriente Medio, Estados Unidos ha lanzado una advertencia sobre un posible ataque iraní contra Israel utilizando misiles balísticos. Esta alerta se produce en un momento crítico para Irán, que se encuentra en una encrucijada estratégica y política.
El régimen iraní, liderado por el ayatolá Ali Jamenei desde 1989, ha mostrado confianza en las capacidades de Hizbulá, su aliado en el Líbano. Sin embargo, ha evitado enviar tropas directamente al conflicto. Ali Akbar Ahmadian, jefe de seguridad iraní, cuestionó incluso la eficacia de las operaciones terrestres israelíes, afirmando que fueron limitadas y de corta duración.
La Casa Blanca ha advertido que un ataque iraní tendría "consecuencias graves". De materializarse, sería el segundo ataque directo de Irán contra Israel en seis meses, tras el lanzamiento de misiles y drones en abril de 2024, que fueron interceptados por las defensas israelíes.
Irán enfrenta un dilema estratégico. Por un lado, la falta de respuesta ante los ataques israelíes contra sus aliados podría debilitar su posición en el llamado Eje de Resistencia, una alianza anti-israelí y anti-estadounidense en la región. Por otro lado, una represalia directa podría escalar el conflicto en un momento de vulnerabilidad económica y política para el país.
El gobierno iraní ha optado por acciones simbólicas, como la designación de un enviado especial para tratar la situación en el Líbano y el anuncio de que el ayatolá Jamenei dirigirá el rezo del viernes, algo que no ocurría desde 2020, tras el asesinato del general Qasem Soleimani.
Internamente, crecen las críticas al régimen. Algunos políticos conservadores, como Ali Motahari, han cuestionado la falta de respuesta ante los asesinatos de líderes aliados. Otros, como Ahmad Naderi, han llegado a sugerir el desarrollo de armas nucleares, en contraste con la postura más conciliadora del presidente Masoud Pezeshkian.
La situación ha reavivado tensiones políticas internas, con acusaciones de espionaje entre facciones rivales. Un video del ex presidente Mahmud Ahmadineyad de 2021, advirtiendo sobre posibles infiltrados israelíes en los servicios de inteligencia iraníes, ha resurgido, alimentando la desconfianza.
Irán, con su larga historia de más de 2500 años como estado y una población de más de 84 millones de habitantes, se encuentra en un momento crucial. Su economía, afectada por sanciones internacionales, y su programa nuclear, objeto de controversia global, añaden complejidad a su posición en el escenario internacional.
La decisión que tome Teherán en los próximos días podría tener profundas implicaciones para la estabilidad regional y el futuro del Eje de Resistencia, del cual Irán ha sido el principal valedor desde su formación.
"El Frente de Resistencia está inmerso en un conflicto en curso, en el que las acciones aisladas tienen poca importancia como respuesta a Israel. Anoche, intentaron una operación terrestre limitada, pero se retiraron rápidamente"