Por primera vez en siete años, el movimiento independentista catalán conmemora el referéndum del 1 de octubre de 2017 desde fuera del gobierno de la Generalitat. Esta situación se produce tras la derrota en las elecciones autonómicas del 12 de mayo de 2024 y la investidura del socialista Salvador Illa como presidente.
Junts y ERC, los principales partidos independentistas, han tenido que adaptar sus actos conmemorativos, reconociendo la falta de unidad y la incapacidad de aplicar el resultado del referéndum, declarado ilegal por el Tribunal Constitucional de España. Sin embargo, ambas formaciones insisten en su voluntad de celebrar una nueva consulta secesionista.
En un manifiesto, Junts admite: "En estos siete años no hemos sabido, por la falta de unidad, y no hemos podido, por la brutal represión del Estado español, materializar aquella victoria en la independencia de Cataluña". El partido busca negociar un nuevo referéndum con el PSOE en reuniones periódicas en el extranjero.
Carles Puigdemont, ex presidente de la Generalitat exiliado en Bélgica desde 2017, ha definido el 1-O como "una referencia inevitable para construir el futuro en libertad" y "un inicio para la supervivencia de Cataluña". Reconoce las consecuencias negativas de la desunión, pero asegura que no se rendirá en su objetivo de "acabar con la unión forzada con España".
ERC, por su parte, ha difundido un vídeo con imágenes del referéndum, llamando a "volver a llenar las urnas de coraje y libertad". Los republicanos también buscan organizar un nuevo referéndum, basándose en el artículo 92 de la Constitución española.
El presidente del Parlament, Josep Rull, ha aprovechado su posición para emitir una declaración institucional, calificando el 1-O como "el día más trascendente de la historia reciente de Cataluña" y exigiendo la aplicación de la Ley de Amnistía para Puigdemont.
Es importante recordar que el movimiento independentista catalán tiene raíces históricas que se remontan al siglo XIX. La Diada, celebrada el 11 de septiembre, conmemora la caída de Barcelona en 1714. En tiempos más recientes, el recorte del Estatuto de Autonomía de 2006 por el Tribunal Constitucional en 2010 avivó el sentimiento independentista.
Cataluña, con una población de aproximadamente 7,7 millones de habitantes, representa cerca del 20% del PIB español. Su capital, Barcelona, es la segunda ciudad más poblada de España y alberga el Camp Nou, el estadio más grande de Europa.
"El 1-O es una referencia inevitable para construir el futuro en libertad y un inicio para la supervivencia de Cataluña"
A pesar de los desafíos actuales, el movimiento independentista sigue buscando vías para lograr sus objetivos, mientras que el gobierno central mantiene su posición de unidad territorial. El futuro de Cataluña y su relación con España sigue siendo un tema de intenso debate político y social.