El huracán Milton, un fenómeno meteorológico de proporciones alarmantes, se aproxima a la costa oeste de Florida, generando una situación de emergencia sin precedentes. Con vientos que alcanzan los 230 kilómetros por hora, este ciclón de categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson amenaza con convertirse en uno de los más devastadores de la historia reciente del estado.
Las autoridades han ordenado evacuaciones masivas en anticipación a lo que el presidente Joe Biden ha descrito como "la tormenta del siglo". Miles de residentes abandonan sus hogares en busca de zonas seguras, mientras los meteorólogos advierten que Milton podría tocar tierra cerca de Sarasota alrededor de las 23:00 horas, hora local.
La alcaldesa de Sarasota, Liz Alpert, ha emitido una advertencia contundente: "No es algo a lo que nadie pueda sobrevivir". Las proyecciones indican que las inundaciones podrían alcanzar profundidades de hasta cinco metros, una situación potencialmente catastrófica para las comunidades costeras.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha declarado el estado de emergencia en 51 de los 67 condados del estado. Esta medida se toma en un momento crítico, considerando que muchas comunidades aún se están recuperando del impacto del huracán Helene, que azotó la región hace apenas una semana, dejando un saldo provisional de 227 fallecidos en seis estados.
La amenaza de Milton se ve agravada por varios factores:
- La rápida intensificación del huracán, que ha alcanzado la categoría cinco en dos ocasiones en las últimas horas.
- El riesgo de tornados formándose en el sur del estado debido a las bandas de lluvia del huracán.
- La presencia de escombros del huracán Helene, que podrían convertirse en peligrosos proyectiles.
Los expertos señalan que la intensidad de Milton podría estar relacionada con el cambio climático, que tiende a aumentar la fuerza de estos fenómenos meteorológicos. Además, la temporada de huracanes en el Atlántico, que se extiende de junio a noviembre, ha mostrado una actividad inusualmente alta en los últimos años.
El impacto económico previsto es considerable. Economistas de la Universidad de Oxford estiman que el 3% de la economía de Estados Unidos se encuentra en la trayectoria del huracán. Esto, sumado a los daños causados por Helene, podría resultar en pérdidas multimillonarias para la región.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha desplegado sus recursos, incluyendo aviones "cazahuracanes", para monitorear de cerca la evolución de Milton. Los satélites meteorológicos juegan un papel crucial en el seguimiento del ciclón, proporcionando datos vitales para los pronósticos y las medidas de emergencia.
"Parece la tormenta del siglo. Muchas comunidades en la trayectoria del huracán Milton no han tenido un momento para recuperar el aliento entre Helene y Milton, dos tormentas históricas en dos semanas"
Las autoridades insisten en la importancia de seguir las instrucciones de evacuación, recordando que esta es la medida de seguridad más efectiva ante un huracán de tal magnitud. A medida que Milton se acerca, se espera que pierda algo de fuerza al tocar tierra, como es típico en estos fenómenos, pero aun así representa una amenaza extrema para la vida y la propiedad.
La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de esta situación, consciente de que el impacto de Milton podría extenderse más allá de las fronteras de Florida, afectando potencialmente a otras regiones del Caribe y el Golfo de México, zonas tradicionalmente propensas a huracanes.