En medio de una crisis sin-precedentes la policía surcoreana detuvo al ex-ministro Kim Yong-hyun por cargos de traición (un día después de que el presidente Yoon Suk Yeol evitara su destitución)
Las protestas masivas que sacuden el país desde hace casi una semana utilizan como himno una canción k-pop: “Into the New World“; sus manifestantes pacíficos marchan con velas encendidas contra el intento de control militar del gobierno
El Partido del Poder Popular decidió mantener a Yoon en su cargo - aunque políticamente limitado - tras boicotear la moción de destitución; sin embargo el primer-ministro sugiere que buscarán su renuncia voluntaria. La oposición ya prepara una nueva moción para el próximo miércoles
- La ley marcial duró casi 6 horas
- El presidente perdió apoyo tras malas gestiones económicas
- La crisis atrajo atención internacional
- EEUU muestra preocupación por su aliado democrático
La transformación de Corea del Sur desde un régimen militar a una democracia moderna hace más de tres décadas - junto con su influencia cultural global mediante el Hallyu - hace que esta crisis política sea especialmente significativa; el país que exporta k-pop k-dramas y películas oscarizadas ahora enfrenta un desafío a sus valores democráticos
Yoon quien ganó las elecciones hace dos años logró éxitos en política exterior como mejorar relaciones con Japón; pero su gestión doméstica ha sido criticada especialmente tras el trágico incidente de Halloween en Seúl donde fallecieron 154 personas