La lucha contra el sobre-peso va más allá de la apariencia física: resulta vital para el sistema cardio-vascular la diabetes y el hígado. Sin embargo muchas personas experimentan el frustrante efecto yo-yo después de perder peso
Un equipo del laboratorio ETH Zurich dirigido por Ferdinand von Meyenn ha identificado un mecanismo sorprendente: las células grasas mantienen una memoria molecular de su estado anterior. “Las células grasas recuerdan su estado previo de obesidad e intentan regresar a él“ explica von Meyenn
Mantener un peso reducido es más difícil por la memoria molecular obesogénica; no es simple falta de voluntad
Los datos actuales son alarmantes:
- 21% de jóvenes entre 15-19 años hacen dieta
- 45% de personas globalmente intentan adelgazar
- Más del 50% de españoles buscan perder peso
El investigador español Daniel Castellano-Castillo del IBIMA describe que mediante estudios en ratones y células humanas descubrieron que los adipocitos previamente obesos procesan diferente la glucosa y grasas; además estos ratones re-ganaban peso más rápido al exponerse a dietas altas en calorías
Esta memoria se encuentra en el epi-genoma — modificaciones químicas del ADN que controlan genes. José Ordovás de la Universidad Tufts sugiere que esto podría llevar a nuevos tratamientos personalizados; aunque aún no hay intervenciones farmacológicas específicas para borrar esta memoria molecular