El gobierno de las Islas Baleares, presidido por Marga Prohens, ha anunciado planes para modificar la 'ecotasa' con el objetivo de regular el flujo turístico en el archipiélago. Esta medida, que se espera sea aprobada en febrero de 2025, busca abordar los desafíos de la masificación turística en una región que recibió más de 16 millones de visitantes en 2019.
La 'ecotasa', implementada por primera vez en 2002, es un impuesto que se cobra a los turistas por cada pernoctación en alojamientos turísticos. Según el nuevo plan, la tasa aumentará durante los meses de junio a septiembre, coincidiendo con la temporada alta, mientras que se reducirá de diciembre a febrero para fomentar el turismo fuera de temporada.
Prohens ha enfatizado que el objetivo de esta modificación no es recaudatorio, sino regular los flujos turísticos y mitigar las "externalidades" del turismo. Es importante destacar que el turismo representa alrededor del 45% del PIB de las Islas Baleares, lo que subraya su importancia económica para la región.
Una novedad significativa es que los residentes baleares podrán deducir la 'ecotasa' en su declaración de la renta, efectivamente eliminando el impuesto para la población local de aproximadamente 1,2 millones de habitantes. Esta medida reconoce las necesidades específicas de los isleños, que a menudo se ven afectados por los altos costos asociados con el turismo masivo.
Los fondos recaudados se destinarán a proyectos de sostenibilidad, con un enfoque particular en la gestión de recursos hídricos. Esta priorización es crucial, considerando que las Islas Baleares enfrentan desafíos de escasez de agua, especialmente durante la temporada alta turística.
Adicionalmente, el gobierno planea introducir un nuevo canon que gravará el consumo de agua de "grandes consumidores". Esta medida se alinea con los esfuerzos para promover un turismo más sostenible en un archipiélago que alberga una rica biodiversidad con más de 4,000 especies de plantas y fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993.
"El método Prohens: Decir lo que la gente quiere oír y hacer lo contrario"
La oposición, liderada por el PSOE, ha criticado la gestión del gobierno actual, argumentando que las políticas implementadas han sido contraproducentes para las islas. Sin embargo, es innegable que el gobierno está tomando medidas para abordar los desafíos del turismo masivo en un destino que cuenta con más de 1,000 km de costa y disfruta de más de 300 días de sol al año.
Estas iniciativas se enmarcan en un contexto más amplio de preocupación por la sostenibilidad y el impacto del cambio climático en las Islas Baleares. Con amenazas como la elevación del nivel del mar y la creciente presión sobre los recursos naturales, el equilibrio entre el desarrollo turístico y la preservación del entorno se ha convertido en una prioridad para el gobierno balear en los últimos años.