Musk cede ante la justicia brasileña: X vuelve a operar en el país

El enfrentamiento entre el multimillonario Elon Musk y el juez brasileño Alexandre de Moraes ha llegado a su fin, con una clara victoria para el miembro del Supremo Tribunal Federal (STF). La red social X, anteriormente conocida como Twitter, volverá a funcionar en Brasil después de que Musk accediera a todas las exigencias de la justicia del gigante sudamericano.

De Moraes, quien forma parte del STF desde 2017, confirmó que la empresa de Musk ha cumplido con todos los requisitos judiciales. Como resultado, ordenó a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), establecida en 1997, que tome las medidas necesarias para restablecer la plataforma en las próximas 24 horas.

El Ministro de Comunicaciones de Brasil, Juscelino Filho, calificó la situación como una "victoria para el país", destacando que X se ha adaptado a la legislación brasileña y ha pagado las multas impuestas por la Corte Suprema, que ascienden a 28,6 millones de reales (aproximadamente 4,7 millones de euros).

Este conflicto tiene sus raíces en los eventos del 8 de enero de 2023, cuando se produjo una invasión a la Plaza de los Tres Poderes en Brasilia, un espacio emblemático diseñado por el reconocido arquitecto Oscar Niemeyer. De Moraes solicitó a X la identificación y suspensión de cuentas involucradas en la organización de este intento de golpe de Estado.

Inicialmente, la empresa de Musk se negó a cumplir con la orden judicial y anunció el cierre de sus oficinas en Brasil el 17 de agosto de 2024. Sin embargo, la decisión de De Moraes de bloquear la plataforma en el país, que es el sexto mercado más grande para X con 21,5 millones de usuarios, llevó a Musk a reconsiderar su posición.

"Musk dijo que, en nombre de la libertad (...) iba a cerrar las puertas de la oficina de la empresa en Brasil. La bravuconada le duró poco."

El cambio de postura de Musk se atribuye a los impactos financieros y la presión de los accionistas, así como a los problemas operativos que comenzó a experimentar Starlink, su red de internet satelital, en Brasil.

Este episodio ha reavivado el debate sobre los límites de las redes sociales en Brasil, la novena economía mundial y el país más grande de América Latina. La Constitución brasileña de 1988 garantiza la libertad de expresión en su artículo 5, pero el caso ha planteado preocupaciones sobre el equilibrio entre este derecho y la necesidad de combatir la desinformación y las amenazas a la democracia.

Brasil, con su población de más de 210 millones de habitantes y su estatus como el quinto país más grande del mundo, enfrenta el desafío de regular las plataformas digitales en un contexto de creciente polarización política. Este caso sienta un precedente importante para futuras discusiones sobre la responsabilidad de las redes sociales en la mayor economía de América Latina y el país con la mayor biodiversidad del planeta.