Francia pospone ajuste de pensiones para reducir déficit fiscal

El gobierno de Francia ha anunciado una medida significativa para abordar su situación fiscal. La administración planea retrasar la revalorización de las pensiones hasta julio de 2025, seis meses más tarde de lo previsto inicialmente. Esta decisión forma parte de un esfuerzo más amplio para reducir el déficit público al 5% del Producto Interior Bruto (PIB).

La medida se enmarca en un plan de ahorro de 60.000 millones de euros, que se detallará en los presupuestos de 2025. Este ajuste fiscal es necesario después de que el déficit en 2023 alcanzara el 5,5% del PIB, superando las previsiones iniciales del 4,9%. Francia, siendo la séptima economía mundial por PIB nominal, enfrenta desafíos significativos en sus finanzas públicas.

El primer ministro Michel Barnier ha explicado que dos tercios del esfuerzo de ahorro provendrán de recortes en el gasto público, mientras que el tercio restante se obtendrá mediante un aumento de la fiscalidad. El nuevo ministro de Economía, Antoine Armand, ha precisado que los aumentos impositivos afectarán principalmente a los más ricos y a las grandes empresas con altos beneficios.

"Dos tercios de ese esfuerzo se hará con un recorte del gasto público y el resto con un aumento de la fiscalidad."

Es importante destacar que el sistema de pensiones francés, basado en un modelo de reparto, representa alrededor del 14% del PIB del país. Francia, con una de las esperanzas de vida más altas del mundo, enfrenta desafíos significativos en la sostenibilidad de su sistema de seguridad social.

El gobierno proyecta un crecimiento económico del 1,1% para 2025, manteniendo el mismo ritmo que en 2024. A pesar de los recortes previstos, el gasto público de Francia seguirá siendo el más elevado de la Unión Europea, con un 56,3% del PIB en 2025, muy por encima de la media europea del 49%.

La situación fiscal de Francia ha llevado a la Comisión Europea a colocar al país bajo un procedimiento de vigilancia por déficit excesivo desde julio de 2024. El gobierno de Barnier ha pospuesto hasta 2029 el objetivo de reducir el déficit al 3% del PIB, límite establecido por el Pacto de Estabilidad de la UE.

Francia, siendo miembro fundador de la Unión Europea, buscará negociar mecanismos de flexibilidad dentro del marco del Pacto de Estabilidad. Esto refleja la compleja relación entre las necesidades económicas nacionales y las obligaciones como miembro de la UE.

Estas medidas se producen en un contexto donde Francia enfrenta diversos desafíos económicos y sociales. Con una de las tasas de desempleo más altas de la UE y siendo el mayor productor agrícola del bloque, el país busca equilibrar su tradición de fuerte intervención estatal con las demandas de disciplina fiscal de la UE.

El sistema de salud francés, considerado uno de los mejores del mundo, y la extensa red de infraestructuras del país, incluyendo los trenes de alta velocidad, son ejemplos de áreas donde el gasto público ha sido históricamente alto. El desafío para el gobierno será mantener estos servicios de calidad mientras se implementan las medidas de austeridad.