Escalada de tensiones: Hizbulá e Israel intensifican ataques en la frontera

Hizbulá lanza 180 proyectiles contra Israel, que responde con operaciones en el sur del Líbano. La situación se agrava con ataques mutuos y movilización de tropas israelíes en territorio libanés.

9 de octubre 2024, 05:22  •  0 vistas

Escalada de tensiones: Hizbulá e Israel intensifican ataques en la frontera

La tensión entre Hizbulá e Israel ha alcanzado nuevos niveles de intensidad en los últimos días. El martes 8 de octubre de 2024, la milicia chiíta lanzó 180 proyectiles desde el Líbano hacia territorio israelí, marcando una significativa escalada en el conflicto. Esta acción provocó una respuesta inmediata por parte de Israel, que movilizó su división acorazada 146 para realizar operaciones limitadas en el sur del Líbano.

Hizbulá, cuyo nombre significa "Partido de Dios" en árabe, fue fundado en 1985 durante la guerra civil libanesa y ha sido un actor clave en la región desde entonces. La organización, considerada terrorista por varios países occidentales, cuenta con un brazo político y otro militar, y recibe apoyo financiero y militar de Irán.

El miércoles 9 de octubre, Hizbulá afirmó haber atacado tropas israelíes en la zona fronteriza, conocida como la "Línea Azul", utilizando misiles y artillería. Este ataque se produjo un día después de que Israel anunciara haber eliminado a un supuesto nuevo líder del grupo chií. La milicia asegura haber impactado más de 4.200 "objetivos enemigos" tanto en Israel como en el sur del Líbano desde el inicio de las hostilidades.

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Es importante destacar que la ONU mantiene una fuerza de paz (UNIFIL) en el sur del Líbano desde 1978, lo que subraya la complejidad y longevidad del conflicto en la región. La presencia de esta fuerza internacional no ha logrado evitar la reciente escalada de violencia.

El impacto en la población civil es significativo. Un alcalde de una ciudad israelí atacada declaró:

"Tras la sirena, tenemos 10 segundos para ir a un lugar seguro"

Alcalde de ciudad israelí atacada

Esta situación refleja la realidad cotidiana de los civiles en la zona de conflicto, que viven bajo la constante amenaza de ataques.

En el lado libanés, la situación es igualmente crítica. El único hospital del sur del Líbano se encuentra en primera línea de los bombardeos, y según informes, se ha forzado el cierre de todos los centros sanitarios desde allí hasta la frontera. Esta crisis sanitaria se suma a los desafíos que enfrenta el Líbano, que ya alberga la mayor población de refugiados per cápita del mundo y ha experimentado una grave crisis económica desde 2019.

La comunidad internacional ha reaccionado ante la escalada del conflicto. Nicaragua condenó los "crímenes de lesa humanidad que se cometen contra los pueblos dignos", expresando solidaridad con las víctimas, especialmente en la Franja de Gaza, que tiene una de las densidades de población más altas del mundo.

Por su parte, Paraguay ha iniciado la repatriación de sus ciudadanos desde el Líbano con el apoyo de Brasil, evidenciando la preocupación internacional por la seguridad de los civiles en la región.

Este conflicto tiene raíces profundas en la historia de la región. Israel ocupó el sur del Líbano de 1982 a 2000, y la guerra del Líbano de 2006 entre Israel y Hizbulá duró 34 días. La participación de Hizbulá en la guerra civil siria, apoyando al gobierno de Assad, ha añadido otra capa de complejidad a la situación regional.

El impacto económico del conflicto es significativo. El Líbano, con una población de aproximadamente 6 millones de habitantes, depende en gran medida de las remesas de su diáspora y ha visto su sector turístico gravemente afectado por la inestabilidad.

Mientras tanto, Israel continúa confiando en su sistema de defensa antimisiles "Cúpula de Hierro" para proteger a su población de los ataques de cohetes. La situación sigue siendo volátil, y la comunidad internacional observa con preocupación la evolución de los acontecimientos en esta región estratégicamente importante.