Descubren que la radiación gamma es común en tormentas eléctricas

Un equipo internacional de científicos ha realizado un descubrimiento sorprendente sobre las tormentas eléctricas. Utilizando un avión-laboratorio de la NASA, han descubierto que la mayoría de estas tormentas generan radiación gamma, un fenómeno mucho más común y diverso de lo que se pensaba anteriormente.

El estudio, publicado en la revista Nature el 2 de octubre de 2024, utilizó el avión ER-2 de la NASA, una versión modificada del famoso avión espía U-2 desarrollado durante la Guerra Fría. Este avión puede volar a altitudes de hasta 20 kilómetros, permitiendo a los investigadores sobrevolar directamente las tormentas.

Nikolai Østgaard, profesor de física espacial de la Universidad de Bergen y líder del proyecto, explica: "El avión ER-2 es la plataforma de observación ideal para estudiar los rayos gamma de las nubes de tormenta, volando lo más cerca posible de la fuente".

Durante el verano de 2023, el equipo realizó diez vuelos sobre el Golfo de México, América Central y el Caribe. En nueve de estos vuelos, observaron radiación gamma, indicando que más de la mitad de las tormentas eléctricas en los trópicos producen este fenómeno.

La radiación gamma, descubierta por Paul Villard en 1900, es la forma más energética de radiación electromagnética. En las tormentas, se genera cuando las partículas cargadas son aceleradas por intensos campos eléctricos, creando una cascada de reacciones que pueden incluso producir antimateria.

Steve Cummer, catedrático de Ingeniería de la Universidad de Duke y coautor del estudio, afirma: "Esencialmente, todas las grandes tormentas eléctricas generan rayos gamma durante todo el día en muchas formas diferentes".

Los investigadores también descubrieron nuevos tipos de estallidos de radiación gamma, incluyendo algunos extremadamente cortos y otros que ocurren en secuencias. Estos hallazgos podrían ayudar a comprender mejor los procesos que inician los relámpagos, que aún son un misterio para los científicos.

Es importante destacar que este fenómeno no representa un riesgo significativo para la salud humana. La radiación gamma producida por las tormentas se absorbe principalmente en la atmósfera y no llega al suelo en cantidades peligrosas.

Martin Fullekrug, investigador de la Universidad de Bath, sugiere que estos descubrimientos podrían mejorar la predicción meteorológica y permitir emitir alertas tempranas sobre tormentas eléctricas.

Este estudio no solo amplía nuestro conocimiento sobre las tormentas eléctricas, sino que también abre nuevas vías de investigación en física atmosférica y meteorología. Los "terrestrial gamma-ray flashes" (TGFs), como se conoce a este fenómeno, pueden alcanzar energías de hasta 100 MeV y afectar la química de la alta atmósfera, lo que podría tener implicaciones más amplias para nuestro entendimiento del clima y la atmósfera terrestre.

"Estos fenómenos también pueden producirse en latitudes más altas, como en España, pero creemos que no tan a menudo"

En conclusión, este estudio revoluciona nuestra comprensión de las tormentas eléctricas, revelando que son generadoras frecuentes de radiación de alta energía. Aunque invisible para el ojo humano, esta radiación gamma nos ofrece una nueva perspectiva sobre uno de los fenómenos naturales más impresionantes y comunes de nuestro planeta.