Cúpula de Hierro: El escudo protector de Israel ante ataques de Irán e Hizbulá

En un reciente episodio de tensión regional, Irán ha lanzado más de 200 misiles contra Israel, mientras que Hizbulá ha atacado Tel Aviv tras una incursión militar israelí en Líbano. Ante esta amenaza, el sistema de defensa antiaérea israelí Cúpula de Hierro ha demostrado una vez más su crucial importancia.

La Cúpula de Hierro, desarrollada por Rafael Advanced Defense Systems e Israel Aerospace Industries, se ha convertido en un pilar fundamental de la defensa israelí desde su despliegue inicial en marzo de 2011 cerca de Beersheba. Este sistema, capaz de interceptar cohetes lanzados desde distancias de 4 a 70 kilómetros, ha sido diseñado para proteger áreas civiles y militares de los frecuentes ataques provenientes de Gaza y Líbano.

El desarrollo de la Cúpula de Hierro comenzó en 2006, tras la guerra de Líbano, y se completó en menos de cuatro años con un costo estimado de $210 millones. Inicialmente un proyecto israelí, Estados Unidos se unió posteriormente, aportando experiencia en defensa y un significativo apoyo financiero. Esta colaboración ha fortalecido la alianza estratégica entre ambos países.

Cada batería de la Cúpula de Hierro consta de tres componentes principales:
1. Un sistema de detección por radar EL/M-2084
2. Una computadora que calcula la trayectoria de los proyectiles entrantes
3. Un lanzador que dispara interceptores Tamir

Estos interceptores, que miden aproximadamente 3 metros de largo y pesan alrededor de 90 kg, utilizan tecnología de guiado electro-óptico y pueden ser lanzados simultáneamente contra múltiples amenazas. El sistema prioriza los objetivos basándose en su trayectoria proyectada, centrándose en aquellos que podrían impactar en zonas pobladas o estratégicas.

Según la empresa militar israelí Rafael, la Cúpula de Hierro tiene una impresionante tasa de interceptación del 90%. Esta eficacia se ha demostrado en más de 2,000 intercepciones reales, contribuyendo significativamente a la reducción de bajas civiles durante los conflictos.

El costo de producción de cada interceptor Tamir oscila entre $40,000 y $100,000, mientras que un sistema completo, incluyendo radar, computadora y varios lanzadores, puede alcanzar los $100 millones. Actualmente, se estima que Israel cuenta con al menos 10 sistemas operativos.

Además de la Cúpula de Hierro, Israel ha desarrollado otros sistemas de defensa antimisiles como el Arrow, diseñado para interceptar misiles balísticos, y el David's Sling, enfocado en contrarrestar ataques de cohetes o misiles de medio alcance. Estos sistemas forman parte de una estrategia de defensa en múltiples capas.

La Cúpula de Hierro ha demostrado su versatilidad al operar en diversas condiciones climáticas, incluyendo niebla, tormentas y nubes bajas, y mantiene una operatividad continua las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Su éxito ha inspirado el desarrollo de sistemas similares en otros países y ha llevado a su exportación a naciones como Azerbaiyán e India.

En agosto de 2019, el ejército de Estados Unidos firmó un contrato para adquirir dos baterías de Cúpula de Hierro, reforzando así sus propias capacidades de defensa contra misiles de corto alcance y subrayando la importancia estratégica de este sistema en la alianza estadounidense-israelí.

La Cúpula de Hierro continúa evolucionando, con mejoras constantes desde su despliegue inicial. Su capacidad para integrarse con otros sistemas de defensa aérea israelíes la convierte en una herramienta fundamental para la protección del país en un entorno regional volátil.