En un momento complicado la cumbre del G20 abrió sus puertas en Rio de Janeiro el 18-nov-24‚ justo después de que Rusia realizara su ataque más grande contra la infraestructura eléctrica ucraniana
Los países del G-7 pidieron re-abrir el documento consensuado (que Brasil había logrado después de largas negociaciones) mientras que Sergei Lavrov representa a Rusia ya que Putin no puede viajar por ordenes internacionales
El primer-ministro noruego Jonas Gahr Støre mostró una postura práctica: “Si queremos consenso entre 20 países debemos ser realistas; aunque los conflictos se discutirán entre bastidores“
La paz sin libertad se llama opresión y la paz sin justicia se llama dictadura
El presidente argentino Javier Milei rechazó firmar cualquier texto que no condene directamente la invasión rusa — una posición que ahora comparte el G-7. La situación se ha vuelto más compleja por el regreso político de Donald Trump quien prometió resolver el conflicto en un día
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Brasil intentó evitar señalamientos específicos hacia países pero las últimas acciones rusas complicaron su estrategia de mediación