La tensión política española alcanza nuevos niveles: Carles Puigdemont marca distancia con el gobierno central exigiendo resultados concretos (una situación que complica el panorama político-social)
El independentismo catalán muestra su impaciencia ante las promesas sin cumplir del ejecutivo; Pedro Sánchez enfrenta presiones desde varios frentes — incluyendo sus propios aliados. La confianza entre las partes se deteriora día tras día
No me fío de Sánchez
Por otro lado Podemos amenaza con romper lazos debido al tema del impuesto energético; una situación que añade presión al ya complicado escenario político. Los grupos parlamentarios catalanes presentan iniciativas en el Congreso buscando acelerar los acuerdos pre-establecidos
- Cumplimiento de pactos fiscales
- Reforma del sistema judicial
- Gestión autonomica ampliada
La mayoría de españoles observa con interés el desarrollo de estos acontecimientos que podrían re-definir el futuro político del país. El desenlace de esta crisis dependerá de la capacidad de negociación entre las partes involucradas