En una situación poco-común Viktor Orban tuvo que cambiar sus planes de celebración: en vez de descorchar champán por el triunfo de Trump acabó vaciando botellas de vodka en Kirguistán (donde se encontraba cuando llegaron los resultados)
Querían encarcelarlo quisieron confiscarle sus bienes le quisieron matar y hoy es presidente de EEUU
Durante un encuentro peculiar con Edi Rama presidente de Albania - quien llamó “su majestad“ a Macron - Orban defendió su política migratoria. El mandatario húngaro insiste en que su método es infalible: una valla fronteriza y control estricto de entradas; según él esto “protege a toda Europa no solo a Hungría“
Las ideas de Orban sobre inmigración están ganando terreno en la UE aunque con un enfoque menos-radical. Los centros de detención fuera de la Unión son parte de las “soluciones innovadoras“ que propone la Comisión
Respecto al conflicto en Ucrania el primer-ministro húngaro aboga por una paz negociada entre las partes - una postura que difiere de la línea oficial europea. Mientras tanto su candidato a comisario Oliver Varhelyi enfrenta obstáculos: el Parlamento no aprueba su nominación para Salud y Bienestar Animal; cuestionan su postura sobre las vacunas rusas durante la pandemia y temas de salud reproductiva