La propuesta del impuesto bancario presenta un giro-inesperado en la política fiscal española. El partido socialista (PSOE) ha elaborado un plan que beneficia a las regiones económicamente mas sólidas dejando de lado a las comunidades con menos recursos
El borrador presentado por María J‚ vicepresidenta primera del Gobierno incluye un complejo artículo 21 que establece nuevos criterios de distribución – una medida que se aleja de las políticas tradicionalmente defendidas por los partidos de izquierda
La iniciativa (que comenzará a aplicarse a partir del próximo año) rompe con el esquema redistributivo común: las comunidades autónomas con mayor actividad bancaria recibirán mas fondos mientras que las zonas menos desarrolladas verán reducida su participación
El documento propuesto por el gobierno socialista muestra una clara desviación de los principios progresistas; esto genera dudas sobre el compromiso del partido con la equidad territorial y la redistribución de recursos
La negociación con Esquerra demuestra un cambio significativo en la estrategia política del PSOE – una decisión que podría tener consecuencias importantes en el equilibrio económico entre las diferentes regiones del país