En la pequeña ciudad de Mantua (norte de Italia) una empresa familiar convierte sueños en realidad: la familia Picozzi y su equipo transforman los diseños de papel en prendas de alta-costura
El taller Castor‚ fundado en los setentas por Gabriella y Lorenzo Picozzi‚ se ha convertido en el corazón secreto de la moda internacional; aquí nacen las creaciones de Giambattista Valli‚ Gabriela Hearst y otros grandes nombres
Para hacer una sola chaqueta‚ Margiela estudiaba durante más de tres meses
La compañía emplea principalmente mujeres (70 de 75 empleados) que dominan el arte del patronaje: cada profesional necesita 4 años de entrenamiento antes de trabajar de forma independiente. Las expertas continúan aprendiendo - algo único en la industria es ver trabajar juntas a tres generaciones: abuela madre y nieta
- Crean colecciones para desfiles en Milán
- Producen diseños para shows en París
- Desarrollan presentaciones para Mantù
- Elaboran piezas para Longchamp
En 2008 Angela Picozzi dio un paso adelante creando Mantù: su propia marca que refleja décadas de experiencia. La diferencia entre marcas americanas y europeas es clara: “los estadounidenses son más comerciales; envían más emails que trabajo real‚ mientras los europeos son más creativos y extravagantes en sus diseños“