En un esfuerzo por fortalecer las relaciones diplomáticas, España mantiene la visita del Rey Felipe VI a Jordania programada para este fin de semana, a pesar de las tensiones en Oriente Medio. Esta decisión refleja la determinación del gobierno español de posicionarse como un interlocutor clave entre la región y la Unión Europea.
La visita real, que se llevará a cabo el 5 y 6 de octubre de 2024, responde a una invitación del Rey Abdalá II de Jordania. Este viaje diplomático se ha estado planificando durante meses y se mantiene a pesar de la situación delicada en la zona. Jordania, una monarquía constitucional desde 1952, es considerada un aliado estratégico de Occidente en la región.
Sin embargo, debido a las circunstancias actuales, se han realizado modificaciones en el itinerario. La Reina Letizia no acompañará al Rey en esta ocasión, y la duración del viaje se ha acortado. Estas adaptaciones demuestran la flexibilidad y prudencia de la Casa Real española ante los desafíos geopolíticos.
Jordania, con su rica historia y ubicación estratégica, ofrece un escenario único para este encuentro diplomático. La capital, Amán, con más de 9000 años de historia, será el telón de fondo de las conversaciones entre los dos monarcas. Este país, que comparte fronteras con Israel, Palestina, Siria, Irak y Arabia Saudita, juega un papel crucial en la estabilidad regional.
Mientras tanto, el gobierno español ha anunciado la evacuación de aproximadamente 500 ciudadanos españoles del Líbano, programada para el 3 de octubre de 2024. Esta medida preventiva subraya la preocupación por la seguridad de los nacionales en la región, aunque no afecta a la misión militar española en el país.
Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, ha expresado su intención de mantener la presencia militar en el Líbano, afirmando que "la misión tiene sentido". Esta decisión refleja el compromiso de España con la estabilidad en la región y su papel en las operaciones de mantenimiento de la paz.
La visita real a Jordania y la gestión de la situación en el Líbano demuestran el equilibrio que España busca mantener en su política exterior. Por un lado, fortalece lazos diplomáticos con aliados clave como Jordania, y por otro, garantiza la seguridad de sus ciudadanos en áreas de potencial conflicto.
Este viaje diplomático también brinda la oportunidad de discutir temas de interés mutuo, como el turismo, un sector crucial para ambos países. Jordania, hogar de maravillas como Petra y el desierto de Wadi Rum, comparte con España el desafío de desarrollar un turismo sostenible.
La visita del Rey Felipe VI a Jordania no solo fortalecerá las relaciones bilaterales, sino que también posicionará a España como un actor relevante en los asuntos de Oriente Medio, consolidando su papel como puente entre la región y la Unión Europea.