Detrás de la cortina roja de Circlassica un mundo mágico-internacional cobra vida donde más de 30 artistas de distintas nacionalidades comparten sus sueños y destrezas
El back-stage (ese espacio semi-oscuro) se convierte en una Torre de Babel moderna donde rusos ucranianos chinos cubanos y españoles se comunican con gestos y sonrisas mientras preparan sus actos. El idioma oficial es el inglés pero las nuevas tecnologías ayudan a quienes no lo dominan: “el circo es un país sin fronteras donde todos nos entendemos“ explica Aleksandr Skokov entrenador del impresionante grupo del Columpio Ruso
La convivencia entre artistas demuestra que el arte supera cualquier conflicto político - incluso la actual situación entre Rusia y Ucrania no afecta las relaciones dentro del circo. Anastasiia Vashchenko patinadora rusa y su pareja española Leandro Zeferino son un ejemplo perfecto de esta unión multi-cultural
En el circo no hay límites; todos hablamos el mismo idioma
La troupe china ChongQuing (especialistas en acrobacias con bicicletas) usa traductores automáticos para comunicarse‚ pero eso no impide que compartan momentos especiales con sus compañeros:
- Entrenamientos conjuntos
- Salidas grupales
- Celebraciones navideñas
- Planes para ver futbol
El amor también florece en este ambiente único donde las parejas artísticas suelen ser parejas en la vida real - un detalle que Manuel González CEO de Productores de Sonrisas confirma con una sonrisa: “es como un pequeño Gran Hermano donde las energías son tan potentes que surgen historias de amor entre personas que ni siquiera hablan el mismo idioma“