El modelo Muface, que proporciona cobertura sanitaria a más de 1,5 millones de funcionarios españoles desde 1975, se encuentra en una encrucijada. Las compañías aseguradoras SegurCaixa Adeslas, Asisa y DKV han rechazado la propuesta del Gobierno de aumentar la prima en un 14% para el próximo convenio bienal, considerándola insuficiente.
Esta situación podría llevar al fin del modelo Muface, lo que tendría consecuencias significativas para el sistema sanitario público español. Según estudios recientes, la absorción de los mutualistas por el sistema público podría costar más de 1.000 millones de euros anuales, además de requerir un aumento del 3,8% en la capacidad hospitalaria nacional.
El impacto en las listas de espera sería considerable. Se estima un incremento del 266% para consultas externas y del 115% para intervenciones quirúrgicas. Actualmente, el tiempo medio de espera para una operación en España es de 123 días, lo que podría aumentar significativamente con la afluencia de mutualistas.
El sector privado también se vería afectado. Las aseguradoras podrían perder hasta un 18% de su facturación, mientras que los prestadores de servicios hospitalarios verían reducidos sus ingresos en un 8%. Esto podría resultar en el cierre de centros en 19 provincias, principalmente en Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León, con una pérdida estimada de 13.000 puestos de trabajo.
El Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) advierte que el trasvase de mutualistas podría llevar al colapso a algunas comunidades autónomas con altas tasas de mutualistas y baja penetración del seguro privado, como Murcia, Cantabria, Castilla y León o La Rioja.
Las aseguradoras argumentan que la inversión en mutualidades ha crecido solo un 32% en la última década, en comparación con el 53% de aumento en la inversión per cápita pública. En 2023, Muface registró pérdidas de más de 142 millones de euros, y en 2024, las aseguradoras asumieron pérdidas superiores a 200 millones.
Es importante destacar que el modelo Muface ha sido generalmente bien valorado, con una satisfacción de usuarios de 7,6 sobre 10. Además, este sistema ahorra al Estado español alrededor de 1.000 millones de euros anuales y ha sido replicado en otros países como Portugal y Chile.
La crisis actual pone de manifiesto la necesidad de encontrar un equilibrio que garantice la viabilidad y atractivo del modelo Muface, considerando su impacto en el sistema sanitario español, que es uno de los mejor valorados a nivel mundial, con una esperanza de vida de 83,3 años, una de las más altas del mundo.