La administración de Joe Biden ha dado luz verde a un cambio significativo en el conflicto ucraniano: Kiev podrá usar misiles ATACMS contra blancos militares dentro de Rusia (algo que hasta ahora estaba prohibido por Washington)
Las reacciones internacionales no se han hecho esperar. El Kremlin‚ a través de su portavoz María Zajárova‚ advierte que esta medida podría llevar a una escalada del conflicto: “La respuesta de Rusia será apropiada y se dejará sentir; esto significa la implicación directa de Estados Unidos en las hostilidades“
Los aliados europeos muestran posturas diferentes: Francia ya permite el uso similar de sus armas; mientras que Olaf Scholz mantiene su negativa a entregar misiles Taurus a Kiev. El primer-ministro eslovaco Robert Fico critica la decisión y afirma que “frustra“ posibles negociaciones de paz
En medio de este panorama‚ Rusia ha intensificado sus ataques contra ciudades ucranianas. Un ataque en Sumy dejó 11 fallecidos (incluyendo dos niños) y más de 80 heridos; mientras que en Odesa hubo 10 víctimas mortales
Volodímir Zelenski ha respondido con cautela al anuncio: “Los bombardeos no se hacen con palabras; estas cosas no se anuncian - los misiles hablarán por sí solos“
Desde el G20 en Rio de Janeiro‚ Biden ha instado a los líderes mundiales a apoyar la soberanía ucraniana: “Estados Unidos apoya firmemente la integridad territorial de Ucrania; todos en esta mesa deberían hacer lo mismo“