Tensión en España por devolución de solicitantes de asilo saharauis
El gobierno español enfrenta críticas por su decisión de devolver a Marruecos a diez solicitantes de asilo saharauis. Podemos exige atención urgente y denuncia trato diferencial en políticas de asilo.
La decisión del Ministerio del Interior de España de devolver a diez solicitantes de asilo saharauis a Marruecos ha desencadenado una controversia política y humanitaria. Más de 50 ciudadanos marroquíes permanecen en la sala de asilo del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, solicitando protección al gobierno español.
Esta situación ha provocado un cisma en el gobierno, con Sumar y Podemos criticando duramente la decisión, calificándola de "inhumana" e "insalubre". El conflicto del Sáhara Occidental, uno de los más prolongados en la historia de la ONU, continúa siendo un tema delicado en la política española.
La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, intentó acceder a la sala donde se encuentran los solicitantes el 23 de septiembre, pero las autoridades se lo impidieron. Este incidente ha llevado a Podemos a solicitar amparo a la Presidencia del Congreso, buscando conocer quién dio la orden de negar el acceso.
"Los diputados de Podemos estamos habilitados a recabar información allá donde se puedan estar quebrantando los derechos humanos y no se cumplan derechos tan básicos como el derecho al refugio y al asilo"
Podemos ha intensificado su presión sobre el gobierno, exigiendo que el presidente Pedro Sánchez "desautorice" al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. El partido argumenta que los solicitantes saharauis están en "riesgo cierto de sufrir persecución, malos tratos y tortura por parte de la monarquía marroquí".
Es importante recordar que el Sáhara Occidental es un territorio disputado, con Marruecos controlando aproximadamente el 80% y el Frente Polisario el 20% restante. La ONU considera al Sáhara Occidental como un territorio no autónomo, y la situación de los derechos humanos en la región ha sido criticada por organizaciones internacionales.
La cuestión del asilo ha revelado también preocupaciones sobre un posible trato diferencial. Podemos señala que España ha acogido a 210,000 ucranianos y 40,000 venezolanos, cuestionando por qué no se puede acoger a un grupo más pequeño de saharauis. Este debate refleja la complejidad de la política de asilo y las tensiones geopolíticas subyacentes.
La posición de España sobre el Sáhara Occidental ha variado a lo largo de los años, complicada por su historia como potencia colonial hasta 1975. La explotación de recursos naturales en la región, como la pesca y los fosfatos, añade otra capa de complejidad al conflicto.
Mientras tanto, la comunidad internacional sigue dividida sobre la cuestión del Sáhara Occidental. La Unión Africana reconoce a la República Árabe Saharaui Democrática, mientras que en 2020, Estados Unidos reconoció la soberanía marroquí sobre el territorio.
La situación actual en Barajas subraya la urgente necesidad de abordar la cuestión del Sáhara Occidental de manera integral, respetando los derechos humanos y buscando una solución duradera a un conflicto que ha afectado a generaciones de saharauis.
