Protestas masivas contra veto de Milei a ley de financiación universitaria

El 10 de octubre de 2024, Buenos Aires fue escenario de una masiva manifestación frente al Congreso argentino. Colectivos de docentes, estudiantes universitarios y movimientos sociales expresaron su rechazo al veto del presidente Javier Milei a la ley de financiación universitaria. Esta decisión quedó en firme tras una votación en la Cámara de Diputados, donde la oposición no logró los dos tercios necesarios para revertirla.

La protesta se desarrolló en un contexto de creciente tensión en el sector educativo argentino. Argentina cuenta con 47 universidades nacionales públicas, siendo la Universidad de Buenos Aires (UBA) la más grande con más de 300,000 estudiantes. El sistema universitario público del país, gratuito desde 1949, ha sido fundamental para mantener la tasa más alta de estudiantes universitarios en América Latina, con el 78% de ellos asistiendo a instituciones públicas.

Los manifestantes, portando carteles en apoyo a la educación pública, se encontraron con un fuerte operativo de seguridad que incluía camiones hidrantes y policía motorizada. Carlos De Feo, secretario general de la Federación Nacional de Docentes Universitarios, declaró:

"Nos encontramos con el Congreso todo vallado, nosotros no venimos a tirarle piedras, venimos a ejercer el legítimo derecho que nos da la Constitución de peticionar y exigirles a nuestros representantes que hagan leyes al servicio de la gente y no de los capitales concentrados"

La ley vetada, aprobada por el Congreso el 13 de septiembre y rechazada por Milei el 3 de octubre, buscaba actualizar los fondos para gastos de funcionamiento de las universidades según la variación del índice de inflación, que en agosto alcanzó un 236,7% interanual. También contemplaba una recomposición salarial para los trabajadores universitarios.

Marcelo Creta, dirigente del gremio Unión de Trabajadores de la Educación, expresó su preocupación: "El verdadero objetivo que tiene este Gobierno para la educación pública es desfinanciarla, arancerarla para que los chicos y chicas de este país no vayan a estudiar y para que no haya educación pública en Argentina".

La decisión del gobierno ha desencadenado una serie de acciones de protesta. Los principales gremios educativos anunciaron una huelga universitaria nacional para el 11 de octubre. Además, más de una decena de facultades de la UBA han sido tomadas por estudiantes, una medida que se ha replicado en otras universidades públicas del país.

Es importante destacar que el sistema universitario argentino enfrenta desafíos significativos. Con una tasa de graduación del 30% y una deserción del 50%, el sector requiere atención y recursos. Las universidades públicas son responsables del 60% de la investigación científica en el país y ofrecen más de 600 carreras de grado.

La autonomía universitaria, garantizada por la Constitución, y la larga historia de activismo político del movimiento estudiantil argentino, que se remonta a la influyente Reforma Universitaria de 1918, son factores clave en este conflicto. El presupuesto para educación superior, que representa aproximadamente el 1% del PIB, está en el centro del debate sobre el futuro de la educación pública en Argentina.