¿Por qué la mentira política ya no importa en las democracias modernas?
La transformación de valores democráticos muestra un cambio radical en como se perciben las mentiras políticas. El auge de nuevas ideologías ha modificado los estándares tradicionales de la verdad
En el panorama político actual las reglas del juego han cambiado drásticamente: el surgimiento del identitarismo (tanto de derecha como de izquierda) ha re-definido los valores democráticos tradicionales
La aparición del trumpismo y el wokismo - dos caras de la misma moneda post-moderna - han impactado significativamente el orden liberal establecido; estos movimientos representan una ruptura con los principios básicos que antes definían a las democracias maduras
Las democracias consolidadas solían distinguirse de las emergentes por su relación con la verdad: la mentira política era considerada un pecado-capital que generaba consecuencias mas graves que otros comportamientos inadecuados (algo que parece haberse diluido en el contexto actual)
Este nuevo escenario político-social refleja una transformación profunda en como las sociedades procesan la información: las fronteras entre verdad y mentira se han vuelto mas difusas‚ y la tolerancia hacia el engaño político ha aumentado de manera alarmante