Mujer huye de su casa tras ser acosada por cientos de mapaches hambrientos

En un insólito incidente en el condado Kitsap, Washington, una mujer se vio forzada a huir de su propiedad cerca de Poulsbo tras ser acosada por una horda de mapaches hambrientos. Este suceso pone de manifiesto los riesgos de alimentar a la fauna silvestre y las consecuencias inesperadas que pueden surgir de tal práctica.

Según informó Kevin McCarty, portavoz del departamento policial local, la mujer llamó al número de emergencias 911 reportando que entre 50 y 100 mapaches habían invadido su propiedad y estaban mostrando un comportamiento agresivo. La situación se había deteriorado rápidamente en las últimas seis semanas, cuando el número de mapaches que visitaban su casa aumentó drásticamente.

Los mapaches, conocidos por su inteligencia comparable a la de los monos y su capacidad para recordar soluciones a tareas durante años, habían aprendido a asociar la casa de la mujer con una fuente constante de alimento. Estos animales, que pueden consumir hasta 5,000 calorías diarias para prepararse para el invierno, se habían vuelto cada vez más exigentes y agresivos en su búsqueda de comida.

"Dijo que esos mapaches se estaban tornando cada vez más agresivos, que exigían comida y que la acosaban día y noche, arañando el exterior de su casa y la puerta. Si estacionaba su auto, lo rodeaban, lo arañaban, la rodeaban si iba de la puerta principal al auto o si salía a la calle"

La mujer había comenzado a alimentar a una familia de mapaches hace décadas, sin prever las consecuencias a largo plazo. Los mapaches, con su excelente memoria para recordar fuentes de alimento y su capacidad para abrir cerraduras complejas, habían convertido la propiedad en su territorio de alimentación preferido.

Es importante destacar que los mapaches son animales nocturnos con una excelente visión nocturna, lo que explica su actividad constante alrededor de la casa. Además, su habilidad para nadar a velocidades de hasta 5 km/h y trepar árboles con destreza les permite acceder fácilmente a diversas áreas de una propiedad.

Las autoridades locales, incluyendo el Departamento de Policía y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre del estado, determinaron que no se había quebrantado ninguna ley. Sin embargo, Bridget Mire, portavoz del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Washington, enfatizó que no se recomienda alimentar a animales salvajes debido a los riesgos asociados.

Los mapaches pueden ser portadores de enfermedades como la rabia y el gusano redondo, lo que representa un peligro para la salud pública. Además, la presencia de estos animales puede atraer a depredadores más grandes como coyotes y osos, aumentando los riesgos para la comunidad.

Es crucial recordar que los mapaches son nativos de América del Norte y se han adaptado exitosamente a entornos urbanos. En algunas áreas urbanas, la densidad de población de mapaches puede ser hasta 20 veces mayor que en áreas rurales, lo que subraya la importancia de manejar adecuadamente las interacciones entre humanos y vida silvestre.

Para resolver la situación, se recomendó a la mujer contactar a agentes de control de vida silvestre acreditados para capturar y reubicar a los mapaches. Esta experiencia sirve como un recordatorio de la importancia de respetar el hábitat natural de los animales salvajes y mantener una distancia segura, incluso cuando nuestras intenciones son buenas.

Poulsbo, donde ocurrió este incidente, se encuentra a aproximadamente 90 minutos en automóvil y ferry al noroeste de Seattle, en una región conocida por su rica biodiversidad y la coexistencia entre áreas urbanas y naturales.